La Real Sociedad mejoró sus prestaciones respecto al partido que terminó con derrota en Getafe, ofreció el primer triunfo en liga como local a sus aficionados y, con un fútbol convincente y goles de Alex Sorloth y Brais Méndez, se hizo con la victoria ante el RCD Espanyol (2-1).
El conjunto catalán arriba tenía mucha pólvora con Joselu y Braithwaite -cerca de 200 goles como profesionales entre ambos- ante una defensa totalmente canterana que minimizó el poder ofensivo del Espanyol y que permitió a los donostiarras dominar todo el primer período.
Take Kubo, que volvía al once titular tras ser suplente en los dos últimos partidos, estuvo 'jugón' para liderar a su equipo en una primera mitad en la que advirtió de su peligro desde el inicio y fue la clave en el gol que abriría el marcador para el conjunto vasco.
Una cesión de Calero en la que Álvaro Fernández no estuvo fino ante la presión del japonés terminó dejando un balón franco al noruego Sorloth, que sólo tuvo que empujarlo para adelantar a la Real.
Muy poco duró la alegría en el Reale Arena ya que en la siguiente acción, con las gradas festejando el tanto del gigante Sorloth, llegó el empate en un gran disparo de Edu Expósito desde fuera del área que sorprendió a Remiro.
Vuelta a la casilla de salida en un encuentro muy divertido para el aficionado imparcial, pero incómodo para un seguidor local que no terminaba de despejar dudas hasta que llegó el segundo tanto de su equipo, mitad de mérito para Mikel Merino y el resto para la definición de Brais Méndez.
El conjunto catalán siguió a merced de los locales en una segunda mitad en la que a la Real no se le acabó la gasolina, buscó el tercero aún a riesgo de perder el tesoro amasado y Kubo y Merino siguieron haciendo mucho daño al equipo que entrena Diego Martínez.
Aritz Elustondo, en un saque de esquina, pudo dar la puntilla al equipo de Cornellá. No logró marcar por muy poco y el Espanyol siguió vivo aunque coleando más bien poco ante el vendaval de fútbol de los de Anoeta.
Silva tuvo la última opción para cerrar el partido en un remate que salió rozando un poste de la meta de Álvaro Fernández, pero no la materializó y los donostiarras sufrieron sobre todo en un paradón de Remiro a Cabrera en el tramo final de un choque que estuvo abierto hasta que pitido final.