El RCD Espanyol sufrió el sábado contra el Celta de Vigo, en el RCDE Stadium, su tercera derrota consecutiva (1-3) en LaLiga Santander, una dinámica que le impide salir de la zona baja de la clasificación con la que ha estado coqueteando durante toda la temporada y que reanima los fantasmas del descenso.
El equipo catalán arrancó el curso con claras dudas: una victoria y tres empates en las primeras ocho jornadas. Los resultados se estabilizaron ligeramente hasta que, tras el parón liguero por el Mundial de Qatar, la línea blanquiazul fue ascendente, una tendencia apuntalada por los fichajes de enero.
De hecho, desde que volvió LaLiga el balance del Espanyol fue muy positivo: eliminó al Celta de la Copa del Rey (3-1), empató contra el Girona (2-2), ganó al Getafe (1-2) y al Betis (1-0) y perdió frente al Athletic en San Mamés (1-0). Fue la mejor racha del conjunto de Diego Martínez en este curso.
Desde finales de enero, sin embargo, el tramo de la particular montaña rusa periquita es otro: solo 7 puntos de 24 posibles. El batacazo contra el Celta, en casa, enciende de forma clara las alarmas y obliga a una reacción necesaria ante el funambulismo para evitar disgustos en forma de descenso.
En este contexto, muchas de las preguntas de la rueda de prensa de Diego Martínez tras el partido frente a los gallegos giraban entorno a su capacidad para dirigir el proyecto. El técnico se mostraba perfectamente capaz de sacar esto adelante. Apostaba por trabajar y levantarse. No buscaba excusas en un día duro.
El equipo parece crecer por momentos y olvidarse de la lección poco después. Más allá de análisis tácticos profundos, hay dos realidades claras. En primer lugar, el Espanyol no es nada sólido en casa: es, con trece puntos como local, el peor anfitrión de toda la competición sólo por delante del Elche (siete).
Por otra parte, los goles encajados son un problema. Las 42 dianas recibidas por los catalanes en LaLiga le sitúan como el tercer equipo que más recibe de Primera: Elche (49) y Almería (45) son los únicos con peores cifras. En casa, los blanquiazules son los que más encajan (23).
Ni la convocatoria del delantero Joselu por la selección absoluta pudo alegrar a los periquitos la tarde vivida contra el Celta. "Duele, la derrota es abultada. Debemos corregir errores y el parón nos va venir bien para recapacitar y corregir. No nos vamos a rendir, quedan doce finales", afirmó el futbolista.
Tras este paréntesis en LaLiga por los compromisos internacionales, el Espanyol visita al Girona y, después, recibe al Athletic. Son los primeros exámenes de una recta final en la que muchos equipos pelean por salir de la zona roja de la clasificación.
Deben tomarse decisiones urgentemente.
Un equipo que no chuta a puerta. Que juega pasando a los pies y no al desmarque ABURRE A LA OVEJAS. .Soy Perico pero pocos entrenadores han querido romper nuestro ADN.Santamaria,Clemente,Camacho y Pochetino.Si seguimos asi a segunda.
Como socio espanyolista desde hace años,la experiencia me dice que cambios rápidos si no ya estamos en segunda
El peor equipo de primera
A segunda
Diego Martínez debe marchar es el peor entrenador que ha tenido el el Espanyol y esto que la mayoría también eran malísimo hay que comentar la verdad es toda la verdad
Diego Martínez debe marchar es el peor entrenador que ha tenido el el Espanyol y esto que la mayoría también eran malísimo hay que comentar la verdad
Diego Martínez debe marchar es el peor entrenador que ha tenido el el Espanyol y esto que la mayoría también eran malísimo