El capitán del Espanyol, Sergi Darder, pidió este lunes "perdón por no haber estado a altura del escudo" después de que el equipo sellara el domingo contra el Valencia (2-2), de forma matemática, el descenso a Segunda división a falta de una jornada para cerrar la competición.
El futbolista insistió, a través de las redes sociales, en que estaba "convencido" de las opciones de permanencia del equipo y confesó sentir "impotencia" por vivir esta situación. "Siempre me sentiré en deuda con vosotros. Me siento responsable de todo el sufrimiento que os hemos hecho pasar", apostilló.
El mallorquín, uno de los portavoces más autorizados del vestuario periquito, se mostró autocrítico y reconoció que en este curso se han hecho "muchas cosas mal". Además, sin hacer referencia directa al VAR, también apuntó que el equipo tuvo que lidiar con "cosas que no podemos controlar", algo "difícil de aceptar".
Darder, que aseguró que el grupo se ha vaciado para lograr la permanencia, apostó sin dudarlo por regresar a la máxima categoría de inmediato: "Aunque estemos rotos de dolor, no nos queda otra que levantarnos cuanto antes. Porque como solo nosotros sabemos, un perico nunca se rinde".
Darder ha sido una de las piezas clave del equipo esta temporada. El capitán blanquiazul, tanto por discurso ante los medios como por rendimiento en el campo en la presente temporada, es la bandera del Espanyol e incluso ha estado en la lista previa de la selección absoluta.