Con balas de fogueo no se puede competir

Javi Padilla14/12/2008 18:00h.

Actualizado: 15/12/2008 00:14h.

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At.Madrid - Real Betis
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Goles: 1-0, Maxi (m. 20), 2-0, Agüero (m. 81).

La escasa pegada bética de las últimas semanas volvió a condenar a los de Chaparro | Sergio García erró un mano a mano ante Leo Franco con 1-0 en el marcador

Sin munición es complicado pretender salir victorioso de una batalla, eso está claro. Pero si encima la poca que tienes aparece con la pólvora mojada, tus posibilidades de éxito se reducen casi por completo. Algo así le ha pasado al Betis en el Calderón, como también le sucedió ante el Espanyol hace siete días y en otras tantas ocasiones de esta temporada. Esa es una de las causas de la derrota ante el Atlético, pero también dió la impresión de no creer lo suficiente en sus posibilidades para imponer su ley y dar ese golpe de autoridad ante uno de los grandes. Porque ya no es casualidad, no. Los verdiblancos no han sido capaces de ganar a ninguno de los siete primeros de la clasificación, de hecho sólo han puntuado ante el Sevilla, y eso obliga a concluir que faltan muchas cosas todavía para hablar de palabras mayores. El fútbol no es sólo cuestión de mala suerte.

Sergio García tuvo la ocasión más clara
Este análisis no es óbice, en cambio, para reconocer que el Betis ha
estado bien plantado en el campo, ha tenido sus ocasiones o incluso que
el resultado pueda considerarse injusto (si es que existe la justicia
deportiva). El partido siempre estuvo abierto, como quiere Chaparro, y
su equipo daba la sensación de poder marcar en cualquier acción. Y así
fue durante los 90 minutos, con la diferencia de que los béticos sólo
amenazaban y olían el peligro, y los rojiblancos actuaron con dos
zarpazos. El primero de Maxi y el segundo de Agüero. Aún así, Capi,
Emaná, Xisco, Diego Segura y Sergio García tuvieron su oportunidad ante
Leo Franco, pero ninguno logró su objetivo. Sin duda alguna la ocasión
más clara la tuvo el delantero catalán, tras un pase magistral del
camerunés. El mano a mano ante el portero atlético fue definido muy mal
y la jugada acabó en córner. El Calderón estaba nervioso, se oían
incluso pitos hacia su equipo, pero el dúo Forlán-Agüero volvió a
resultar letal. Una pase del uruguayo fue aprovechado por el argentino,
que enseñó a Sergio García como solucionar de forma impecable cuando
uno se queda solo delante de un portero. Nueva derrota bética. Sólo un
punto de los últimos nueve disputados. Europa vuelve a ser una utopía y
a poco que no despierten los chicos de Chaparro asegurar la salvación
lo antes posible para evitar sustos innecesarios volverá a ser el
objetivo de esta temporada.

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