De cómo hacer el ridículo en un cuarto de hora

Increíble, pero cierto. El Betis fue capaz de lo mejor y lo peor en el transcurso de los noventa minutos que duró el choque ante el Mallorca. Ni siquiera el hecho de que el máximo accionista del club se encuentre aún hospitalizado y algo delicado  sirvió para que los jugadores verdiblancos se apiadasen de él y le ofreciesen una tarde tranquila, más bien todo lo contrario. Todo ello, a pesar de que mediada la segunda parte el equipo de Chaparro ganaba por 3-0 gracias a los tantos de Mark González y Mehmet en la primera mitad y el de Arzu en el 23 de la segunda. A partir de ahí, el ridículo más espantoso. Catorce minutos bastaron al Mallorca para remontar el choque y poner las tablas en el marcador. Al empuje de los locales se unió la tremenda falta de intensidad y de personalidad de los verdiblancos, que tiraron a la basura la enorme renta de que disfrutaban.