{mosimage}Con una semana de retraso, Chaparro ha dado su versión de lo que ocurrió en Mallorca, antes de centrarse en el partido del domingo. Tras innumerables justificaciones técnicas, se refirió a las palabras de ayer de Emaná, muy duras: “Emaná el español no lo domina bien para expresar lo que quiere decir y se agarra a palabras que suenan excesivamente fuertes. La semana ha sido dura y los jugadores se sienten a disgusto porque el partido estaba casi hecho. El partido se empata y como el responsable último es el entrenador, pues así será. Hubo dos cambios: uno de sistema y otro de hombre, pero nadie lo ha dicho. Nosotros aquí le levantamos un 0-2 al Villarreal, no de la misma forma, pero lo hicimos. Quiero decirles también que llevamos seis jornadas perdiendo un solo partido y que hemos jugado con Sevilla, Madrid, Barça, Villarreal y Mallorca. El entrenador cuando está en el banquillo está pensando y mira al banquillo y piensa si puede mejorar lo que hay en el campo en defensa. Y yo pensé que no”.Sobre la afición, explicó que “supongo que lo recibirá bien a pesar del empate y que estará hasta el final con nosotros”. Y dejó claro que la plantilla llega animada: “El ánimo con muchas ganas de que llegue mañana y poder ofrecer un triunfo a todos”. Por último, se refería al apoyo recibido por sus jugadores, que no quieren que sea cesado: “Yo hago mi trabajo y ellos lo ven. De todas formas, yo agradezco que se pongan de mi parte, pero no lo hacen por hacerme un favor, sino porque ven el trabajo y los conocimientos”. Sobre el rival, anunciaba que “espero un Osasuna muy fuerte y con ansias de ganar. Tenemos un partido en el que debemos usar la inteligencia”.