A ver por dónde sale la magia

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Jugarse la vida en tierras propias destinadas a sextos sentidos no es quizás lo más idóneo, pero al menos el Betis no estará solo. Hablan los lugareños de Montjuïc de una “montaña mágica”, aunque nunca se sabe a favor de quien. Dejando a un lado los factores esotéricos, la realidad predice que si los verdiblancos salen triunfadores de la ciudad condal, la permanencia estará en la mano. Si es un empate el resultado la Liga seguirá dando respiro, pero si la dicha es mala… entonces será mejor encomendarse de nuevo a todos los Santos porque el devenir quedará marcado de nuevo entre interrogantes.

El Espanyol vive probablemente su mejor momento de la temporada, no por ello hablamos de algo espectacular pero sí con cierta ilusión. Dos victorias consecutivas le han permitido ponerse a tiro de piedra de un objetivo ilusorio hace un par de semanas. Será sin duda una prueba inequívoca para comprobar el carácter real de un vestuario acostumbrado a la morriña a poco que los aires soplan a favor. El beticismo ya no tolera un equipo de rachas, y quiere otro basado en la regularidad. De momento debe bastar con cumplir le mísero objetivo de la salvación, a partir de entonces habrá mucho tiempo para pensar en horizontes mejores.