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Ya está aquí. El Betis se choca de frente desde esta tarde con la realidad. Nueve meses por delante con la intención de simular a una embarazada que sufre lo indecible durante ese período hasta llegar al júbilo del parto. El símil puede gustar más o menos, pero es el futuro inmediato para los verdiblancos. Hoy ante el Córdoba, los de Tapia ya estrenarán ese cartel de favorito y grande que no todos los equipos y jugadores saben llevar adelante. Más de uno ha intentado concienciar al personal estas semanas atrás con aquello de “mientras antes asumamos la realidad será mejor para todos”. Pues eso, ese tiempo de aclimatación se acabó y ahora toca demostrarlo.
Salvo detalles el bloque es prácticamente el mismo que provocó durante todo el año pasado esta temporada desilusionante. Tras un verano de muchos dimes y diretes, estarán los Arzu, Sergio García, Odonkor y Pavone, aunque no así otros como Mark González, Oliveira, Emaná o Mehmet Aurelio, aunque estos últimos aún pertenezcan al Betis. Pero basándonos en el discurso de quien mejor debe conocer el material del que dispone, Antonio Tapia, la plantilla está compensada para el objetivo encomendado: el ascenso.