Los dirigentes de La Palmera repiten por activa y por pasiva que, en este sentido, la situación no va a cambiar. En un principio, en Heliópolis se agarraban a un cambio de parecer del jugador para no cerrar definitivamente la opción de su continuidad. Conforme han avanzado los días, y sobre todo tras obtener la cesión de Rubén Pérez, en el Betis se apunta que el de Écija es el recambio del capitán y se insinúa que Iriney, quizás, haya dejado pasar la oportunidad de, si es que finalmente es su deseo, continuar de verdiblanco.
El Betis tenía muy claro que, debido a su situación económica, debía revisarle el contrato a la baja. Por contra, Iriney, por su edad, espera su último gran contrato. Desde enero se especula con la posibilidad de que el de Humaitá recibiera propuestas boyantes, de ligas exóticas, tal vez. Sin embargo, a día de hoy el centrocampista sigue sin equipo, sin una oferta que le atraiga lo suficiente para dar el paso.
Es por esto que cabe preguntarse si de verdad estamos ante su último día como bético o si aún hay alguna opción de que acepte quedarse en Sevilla.
Todavía queda verano por delante, pero la vuelta al trabajo está cerca e Iriney continúa sin pronunciarse. El brasileño siempre comentó que su destino debe ser del agrado de su mujer, un buen sitio para su hija, pero hasta la fecha no hay noticia ni su salida está confirmada. En el Betis todos le dan por perdido y no revisarán su oferta. Otra cosa es que Iriney diese marcha atrás y acabase alargando su vínculo con la entidad heliopolitana.