Así lo considera el propio Guillén en Zoomnews, publicación que pone al club de Heliópolis como modelo de gestión. Pese a haber contribuido decisivamente a escapar de una profunda crisis económica e institucional, después de haber conseguido la aprobación del concurso, el dirigente verdiblanco no se pone medallas: "No me considero un héroe por haberme hecho cargo del Betis en esta situación, me considero un simple bético que está ejerciendo su responsabilidad. Un club debe ser gestionado como una empresa pero con el matiz del sentimiento".
Habla también Guillén de la modernización de la entidad: "Estamos adaptando nuestra gestión a los tiempos que corren. Hasta hace unos años, el club se encontraba estancado en el siglo XVIII. En un mundo cambiante como en el que vivimos, no estar al día te imposibilita avanzar".
Respecto a la economía, el presidente afirma: "El Betis tiene capacidad para generar ingresos, adaptándolos a los principios básicos de cualquier sociedad. Hemos basado nuestra gestión en un presupuesto realista y con una política de austeridad con una gran importancia de la cantera. Lo más importante en estos tiempos difíciles es adaptarse a las circunstancias. Ahora estamos en la fase en la que tenemos que devolver la deuda a nuestros acreedores. Cada año tenemos que devolver unos ocho millones de euros".
Y encima, lo deportivo acompaña: "Tenemos a grandes profesionales y con mucha humildad. Queremos que los jugadores del Betis no se preocupen de otra cosa que no sea jugar y entrenar", concluye Guillén.