Y es que Rubén, a quien hay que considerar todos los números que arrastra, lleva un mes inmenso. Desde que le marcó al Getafe en el Coliseum el día 5 de noviembre, el atacante verdiblanco va a gol por partido. No vio puerta ante el Real Madrid, pero sí lo hizo ante el Granada, el Sevilla, el Dépor (dos equipos a los que nunca les había marcado) y el Barcelona. En la Copa, también marcó en los dos encuentros que han disputado los de Pepe Mel en este tiempo, frente el Valladolid y Las Palmas. Ocho dianas en menos de un mes. Además, indistintamente de si los heliopolitanos juegan en casa o a domicilio.
No es la primera vez que Rubén Castro consigue estar a este nivel. Ya en Segunda demostró su olfato goleador y el pasado curso, ya en la elite, volvió a ser decisivo. Es duda para jugar en Balaídos este lunes y, con razón, su posible ausencia es temida por los béticos. Un futbolista insustituible que además pasa por una racha realmente extraordinaria.