La multa más alta, de 3.500 euros, es para un aficionado que profirió insultos racistas contra uno de los jugadores del Betis e insultó, además, a los funcionarios que le recriminaron su actitud. Este aficionado no podrá entrar a recintos deportivos durante los próximos seis meses. Si bien no se especifica de qué equipo era dicho seguidor, conviene recordar que el bético Nosa Igiebor justificó su feo gesto hacia un sector de la hinchada verdiblanca denunciando que había sido en respuesta a un "abuso racial" de algunos "descerebrados".
Entre los hechos sancionados figuran: alteración grave del orden al provocar avalanchas, agredir a un vigilante, romper asientos a patadas, consumir sustancias estupefacientes, arrojar objetos al terreno de juego e insultar, escupir y realizar gestos obscenos a los aficionados rivales.