Álvaro Ramírez IIIEl Betis ha caído ante el Everton en el último partido de la pretemporada y en uno de sus test más importantes, con el teórico equipo titular. Perdió en un partido raro en el que disfrutó de buenos minutos, de bastantes ocasiones, pero en el que fue víctima de sus propios errores defensivos. Tanto de la defensa como del portero, bastante llamativo.
Al bético le quedará por una parte una dosis de buenas sensaciones, porque la primera parte verdiblanca fue bastante buena y porque disfrutó de ocasiones de sobra para haber marcado.
Pero a pesar de esos buenos minutos, será sin duda mayor la incertidumbre creada por su parte defensiva. Primero por los zagueros, retratados en el primer gol, y luego por Andersen, que se metió el segundo tanto en propia puerta merced a un tremendo fallo propio. Se comió un balón bombeado y acabó metiéndoselo en la portería.
Ese segundo tanto dejó bastante tocado al equipo verdiblanco, que de llevar el peso del partido pasó a ser un equipo anodino en la última fase del choque.
Es inevitable, viendo el encuentro, reflexionar sobre varios asuntos. El primero, la ausencia de Rubén Castro. Posiblemente, el encuentro de este domingo con el canario habría sido distinto. Para cuando llegó el fallo de Andersen, de todas las que tuvo el Betis Castro, el Castro de la pasada temporada, habría metido seguro alguna de ellas. Su ausencia es un problema importante para el Betis porque de la defensa, a día de hoy, no puede vivir, y si no tiene dinamita arriba, pueden llegar los obstáculos.
El segundo punto para la reflexión que deja el partido es el de la portería y la defensa. El fallo de Andersen despierta muchas incógnitas en la meta. Sara está lesionado y el Bernabéu lo visita el Betis en una semana. Cabe esperar que el tremendo fallo del danés no sea demasiado representativo, por su bien. En cuanto a la defensa, anda falta de concentración, de firmeza y sobriedad.
En cuanto a los positivos, hay que destacar el papel de Cedrick, el más vertical del Betis. Está a buen nivel y si sigue con su evolución puede ser una pieza muy importante en el equipo. Tiene velocidad y esa es una virtud básica en los equipos de Mel.
También ha ofrecido un muy buen nivel Nosa. Su recorrido en el campo actúa de pegamento entre líneas. Aparece por muchos sitios, a veces incluso solapando a Verdú, y se hace muy presente en el juego. Puede ser uno de los pilares del Betis si evoluciona y actúa con un peliz más de dosificación. Menos avispado estuvo Verdú y Jorge Molina, que anduvo bien de movimientos, anduvo mal de finalización. Falló varios goles claros.
Con lo bueno y con lo malo, y con el gol de Braian al final del encuentro, más que merecido al menos por ocasiones, el Betis se vuelve a Sevilla con argumentos para confiar, pero también algunos para mantener incertidumbres sobre algunos aspectos del equipo. Plantó cara al Everton, pero el Everton ganó el partido sin hacer prácticamente nada.