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Sin Rubén, este Betis es mucho menos Betis

Nacho González IIISi en el Bernabéu el Betis perdió porque perdonó, ante el Celta ha elevado este listón con errores imperdonables ante Yoel. Si además tu rival hace su primer gol en fuera de juego, si encima Sara no es el de Jablonec, y por si fuera poco casi todas sus cartas ya las utilizaste en el primer tiempo... Lo normal es que pierdas. Y así ha vuelto a sucederle a los de Mel, que cuentan sus partidos de Liga por derrotas.

Pero que el Betis se fuera al descanso sin hacer un gol parecía obra de una meiga. Los de Mel impusieron un ritmo altísimo desde el inicio, buscando el partido y sorprendiendo a un Celta que quizás se esperaba un rival más tranquilo tras el partido del jueves. 
Esa parte del plan salió perfecta. Pero faltó lo más importante, el gol. Verdú en una falta directa, Paulao en un remate de cabeza en un córner, Jorge Molina en dos ocasiones, una al larguero y otra en la que devolvió a Yoel el regalo recibido de parte de su compañero Krohn-Dehli, Cedrick en un remate de cabeza a dos metros de la portería y Nosa en un disparo desde la frontal del área. Como mínimo, éstas ocasiones fueran todas dignas de gol, pero entre errores béticos y acierto de Yoel, ninguna cuajó. 
Quizás alguno se preguntaría por qué el empeño de Mel en repetir con un Molina ausente de los dos últimos entrenamientos y con dos partidos seguidos, pero como él siempre admite, para tomar esas decisiones le pagan.

Crónica on-line
Árbitro
Prieto Iglesias. Amonestó a Cedrick (37'), Krohn-Dehli (38'), Hugo Mallo (51') y Rafinha (81'). Expulsó por doble amarilla a Oubiña (61' y 85').
Formaciones
Real Betis: Sara; Chica, Paulao, Perquis (Amaya, 29'), Nacho; Matilla, Nosa, Verdú, Cedrick, Juan Carlos (Rubén Castro, 69') y Jorge Molina (Chuli, 59'). 
RC Celta: Yoel; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Toni; Oubiña, Alex López (Madinda, 83'); Krohn-Dehli (Rafinha, 62'); Augusto (David Costas, 77'), Nolito y Charles.
Goles
0-1, m.67: Charles. 0-2, m.73: Nolito. 1-2, m.89: Rubén Castro.
Incidencias
Benito Villamarín.

Lo cierto es que el técnico apostó por dar continuidad al bloque que lleva ensayando desde julio, con la novedad en la portería de Sara y la sorpresa de Juan Carlos a pierna cambiada por la derecha.  
El Celta no es que pasara inadvertido. Su defensa era un regalo para el Betis, pero ni por esas llegó el gol. En ataque, la velocidad de Nolito, Charles y Augusto a la contra sí se dejó ver, aunque tímidamente. 
Además de la falta de gol, la otra nota negativa antes del descanso fue la lesión de Perquis. Sus lágrimas lo decían todo.
El guión del segundo tiempo fue muy diferente. Lógicamente el Betis acusó doblemente el ritmo del partido. Físicamente porque fue quien lo había puesto todo sobre el campo en los primeros 45 minutos, y moralmente porque pesa en un equipo errar tantas ocasiones. Eso lo supo aprovechar el Celta, quien se hizo con el mando del juego. Avisó primero Charles con un cabezazo al palo, y después Krohn-Dehli rematando al aire un centro preciso de Augusto. El Betis estaba tocado, ausente. Y aún así Cedrick fracasó en el enésimo intento claro de hacer gol, remantando mal otro centro preciso de Verdú. Mel se jugó con su planteamiento intenso el todo o nada en 45 minutos, pero sus jugadores lo fallaron todo ante Yoel.
Con semejante panorama lo que se olía el personal en la grada no tardó en llegar. Un centro de Augusto fue rematado a gol por Charles, quien estaba en posición de fuera de juego en el momento del pase. El gol no debió subir al marcador, es cierto, pero la forma de salir de la defensa verdiblanca tampoco fue la más idónea. 0-1, el golpe definitivo que terminó de matar a un Betis ya ido desde hacía muchos minutos. Ahí el Celta no fue tan benévolo, y Nolito sentenció cinco minutos después después haciendo el 0-2. Ahí Guille Sara estuvo flojo, dando la razón a Mel en sus dudas sobre quien debe ser el portero titular en este Betis.
El partido estaba cerrado y decantado. Pero decir eso con Rubén Castro en el campo es mucho decir. El canario reapareció en el minuto 69, y tras veinte minutos inadvertido hizo diana en el 89 casi en el primer balón que tocaba. Previamente había sido expulsado Oubiña, y con tres minutos de descuento el milagro era posible. Hasta tal punto lo fue, que Chuli remató al palo apenas un minuto después del gol de Rubén, pero ahí sí se esfumó la épica. Dos partidos, dos derrotas. Es pronto para preocuparse, sobre todo porque las sensaciones y el fútbol del equipo son positivas. Pero está claro que este Betis sin Rubén Castro es mucho menos Betis. Y depender solo de Rubén Castro es demasiado arriesgado.
 

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