Y es que el madrileño veía la noche "difícil de inicio, porque veníamos de hacer un partido donde no merecimos ganar. Allí estuvieron a buen nivel y teníamos la duda de que con cualquier gol nos ponían las cosas difíciles". Para el técnico había dos objetivos, "a partir del 2-0 queríamos demostrarnos que no solo hacemos buen fútbol sino que también ahcemos goles".
Con menos seriedad y más ironía se tomó la pregunta sobre sus preferencias para el sorteo de mañana: "El del chiste. Un inglés, un francés y un italiano...". Aunque después matizó con más seriedad su opinión: "siempre quiero ganar así que mi idea es pasar a la siguiente fase. El que venga bienvenido será, el público del Villamarín merece ver aquí a los mejores equipos aquí".
Y por último, Mel sembró la duda sobre el estado físico real de Rubén Castro: "Teníamos mucho miedo con él, se va contento pero no está al 100 %. Hay que cuidarle y no podemos caer en el error de que se nos caiga otra vez del cartel. No consigue hacer todo al 100 %, es importante el partido de hoy para él, es un paso más pero hay que tener la tranquilidad de dar los pasos seguros".