Julio Velázquez volvía este domingo a Valladolid, a la que fuera su casa, para medirse al conjunto pucelano con el Betis. El técnico tenía marcada la fecha en el calendario con especial interés, y más, porque precisamente el partido se disputó en el día de su 33 cumpleaños. El técnico verdiblanco cumplía años en su casa (pese a nacer en Salamanca, el se considera vallisoletano), y lo hacía puntuando ante uno de sus rivales directos. El resultado pudo ser mejorable, pero Velázquez quedó satisfecho con la mejora defensiva de su equipo. Tras un inicio de campeonato con dudas, en la que llegó incluso a ser discutido, el entrenador bético se encuentra bastante más cómodo en su cargo.
A sus 33 años, es el segundo técnico más joven en la historia del club. Tan sólo Andrés Aranda, que tenía 30 años cuando cogió las riendas del equipo en la 35/36, lo supera como técnico más precoz en Heliópolis. Aranda colgaba las botas en 1934, y apenas un año después, previa preparación como técnico del juvenil, dirigiría al primer equipo bético.
Velázquez respira tranquilo tras tener el liderato a tiro, a tan sólo un punto. Aún existen dudas sobre el juego del equipo, y sobre la labor del técnico, pero la tranquilidad de los resultados permite que la presión haya disminuido, y se vea a un entrenador más cercano.