Se cumplen 150 días desde que el Betis puso proa a Primera

 
Hace justo una vuelta, exactamente 150 días, el Betis naufragaba con estrépito en el Benito Villamarín frente al Alavés. El equipo vitoriano se imponía por 1-2 y la entidad heliopolitana quedaba a la deriva en su objetivo de regresar a Primera división. La afición, o lo que quedaba de ella en unas abatidas gradas verdiblancas, despidió a Julio Velázquez, dueño por entonces del banquillo al rotundo grito de “Pepe Mel, Pepe Mel, Pepe Mel...”.

La situación era ya insostenible. El bético de a pie no veía ni siquiera en el horizonte el ascenso y el consejo de administración se vio obligado a dar un golpe de timón. La derrota contra el Alavés desencadenó la dimisión del presidente, Manuel Domínguez Platas, el vicepresidente, Fernando Casas, y el consejero Antonio Sánchez Pino. También acabó aquella dolorosa derrota del 23 de noviembre con Julio Velázquez.
En el fondo, el Alavés aceleró un proceso que ya estaba en marcha y que debía fraguar en la junta de accionistas de diciembre. Los acontecimientos se precipitaron y Juan Carlos Ollero tuvo que tomar las riendas de la nave antes de lo que estaba previsto. Entonces, se tomó una decisión que gestó la reacción del Betis y devolvió la ilusión a una ahogada afición verdiblanca. Juan Merino ocupó el banquillo del primer equipo y se ganaron cuatro partidos de forma consecutiva.
En aquel momento, nadie sabía nada. Ni el mayor de los iluminados se habría podido atrever a predecir que 150 días después el Betis estaría tocando con la punta de los dedos el ascenso a Primera. Pero así fue. Aquella infausta noche de domingo ante el Alavés, en La Palmera, el Betis puso proa a la Primera división.
Merino viró el rumbo y lo puso en la dirección correcta y Pepe Mel, que llegó justo después de las cuatro victorias consecutivas de su homólogo, consiguió no sólo mantener firme la navegación, sino que consolidó el trabajo de su predecesor y catapultó al equipo al liderato de la Liga Adelante, no sin superar, eso sí, dificultades.
Han cambiado muchas cosas en el tiempo que va de un Alavés a otro. Cosas todas positivas. Fue el club banquiazul, obviamente sin saberlo, quien aquella noche de noviembre, puso en la lanzadera el ascenso del Betis.