Vargas y el testigo de Balán Gonzales

Juan Vargas se convertirá en el octavo fichaje del Real Betis para el curso que se avecina. El lateral peruano llega al cuadro heliopolitano con la papeleta de revertir la negativa imagen que dejó su único compatriota que defendió la elástica de las 13 barras. Su nombre es Andrés Aurelio Gonzales Luján, popularmente conocido como 'Balan' Gonzales. El ariete pasó sin pena ni gloria por el conjunto verdiblanco en 1994, cuando el equipo dirigido por aquel entonces por Sergije Kresic militaba en Segunda división.

Tras despuntar durante seis temporadas en el Universitario, precisamente donde dio sus primeros pasos como profesional Juan Vargas; y alcanzar los cuartos de final de la Copa América de 1993 con el combinado nacional de Perú, con el que sumaba más de 25 internacionalidades, los tantos de 'Balan' Gonzales llamaron la atención del Betis. El cuadro hispalense acababa de consumar un nuevo descenso a la categoría de plata, y necesitaba gol para emprender el camino de retorno a Primera, por lo que vieron en él un tipo que por sus fuertes características podría aportar mucho al equipo.
Pero nada más lejos de la realidad. Desgraciadamente, 'Balán' no cumplió con las expectativas que el Betis se fijó a la hora de cerrar su incorporación. Lo cierto es que ni siquiera contó con las oportunidades necesarias, pues Kresic no confió en él desde un principio y si lo hizo en un Aquino que se acabó proclamando pichichi de la categoría. Tan sólo disputó 135 minutos repartidos en dos encuentros, en la victoria por 5-2 ante el Marbella, donde completó un gran partido, dando dos asistencias y colaborando en otro tanto; y en la derrota sufrida ante el Toledo, donde entró en detrimento de Olías al poco de dar comienzo la segunda mitad.
Aquel año, el cuadro de La Palmera consiguió tan ansiado ascenso, pero el ariete peruano hizo las maletas y volvió a su Perú natal para jugar en el Sport Boys. Posteriormente paso por equipos como el Alianza de Lima, el Deportivo Pesquero, el Sporting Cristal o el Alianza Atlético. Incluso volvió a probar suerte en el extranjero, mostrando sus cualidades durante pocos meses en el Vanguard Hundao chino. Finalmente, en 2002 colgó las botas tras finalizar su contrato con el Juan Aurich.
Actualmente, a sus 47 años, vive relajadamente en un rancho de Dallas, Texas, donde reside con su mujer e hijos, a los que en las frías noches de invierno, junto al calor que desprende la madera que arde en la chimenea, les cuenta que durante unos pocos meses compartió vestuario con jugadores de la talla de Gordillo, Cuéllar, Cañas o Kasumov.