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Jordi Figueras, el último de Filipinas

Cristóbal Ráez

Hace dos temporadas, el Real Betis vivía uno de los descensos más drásticos de toda su historia al sumar únicamente 25 puntos tras disputar las 38 jornadas del campeonato liguero. Con la campaña del retorno apunto de dar el pistoletazo de salida, la defensa verdiblanca ha sufrido una reconstrucción radical, hasta tal punto que Jordi Figueras es el único superviviente de aquel desilusionante curso. Además, aun faltan varias semanas para que se cierre el mercado estival y la posibilidad de que el central abandone la nave verdiblanca no queda ni mucho menos descartada.

Para el curso 2013/14, la plantilla dirigida por Pepe Mel se veía 'reforzada' con las incorporaciones de Juanfran, procedente del Real Madrid Castilla, y de Markus Steinhöfer, que llegaba del Basilea suizo; para competir con un puesto en el lateral derecho, en el que el técnico únicamente contaba con Javi Chica. Lo cierto es que el canterano blanco fue firmado en un principio para ocupar la posición de extremo derecho, pero el pobre nivel ofrecido por Steninhöfer acabó propiciando su salida del conjunto bético con dirección al 1860 Munich en invierno, retrasando madrileño acabaría jugando más partidos en el lateral. Juanfran fue uno de los futbolistas más destacados de la pobre campaña del Betis, llegó "cumpliendo un sueño" y acabó pidiendo abandonar el club. Algo más o menos similar ocurrió con Chica, cuyo bajo rendimiento le llevó a ser incluso odiado por un gran sector del beticismo. Ahora, el barcelonés milita en el Real Valladolid, mientras que Juanfran volverá a jugar una temporada más en el Deportivo cedido por el Watford, club al que lo vendió el Betis a cambio de un millón de euros tras consumarse el descenso. 
En el eje de la zaga, la baja de una pieza importante como era el canario Mario Álvarez fue contrarrestada con la llegada de Jordi Figueras. El central catalán llegaba procedente del Brujas para complementar una posición en la que Mel contaba con Amaya, Paulão y Perquis. Los tres habían contribuido gratamente para que el Betis consiguiera la clasificación para la Liga Europa la campaña anterior, especialmente los dos primeros, puesto que las lesiones privaron al franco-polaco de disputar una buena cuantía de minutos. Finalmente, fue el ilerdense el que gozó de más protagonismo pese a que la afición lo señaló durante prácticamente toda la temporada como uno de los máximos culpables de la triste situación en la que se veía inmerso el equipo. Paulão y Amaya abandonaron el cuadro verdiblanco el pasado mercado veraniego. El ahora futbolista del Rayo Vallecano fue, pese a todo, de lo mejor de la campaña del descenso; mientras el brasileño acabó señalado tras una nefasta actuación en la que acabó pidiendo el cambio ante el conjunto madrileño precisamente y no encontró club hasta hace unos meses, cuando se incorporó a las filas del Atlético San Luis mexicano. Perquis, por su parte, decidió permanecer en el Betis en Segunda división, pero el retorno de Mel al banquillo verdiblanco acabó con el oriundo de Troyes en la Major Soccer League norteamericana.
En cuanto al lateral zurdo, Nacho permaneció en la plantilla verdiblanca, convirtiéndose en el único vestigio de la era Lopera. La cesión de Álex Martínez al Real Murcia propició la llegada en forma de préstamo de Dídac Vila. El canterano perico arribaba a la capital hispalense procedente del AC Milan, donde las lesiones no le permitieron dar lo mejor de sí. Más de lo mismo le ocurrió en Heliópolis, donde pasó gran parte de la temporada lesionado, y cuando no lo hizo tampoco fue capaz de superar a Nacho. Así, volvió a la capital lombarda y el cuadro presidido por Silvio Berlusconi decidió cederlo al Eibar. La temporada que se avecina defenderá los colores del AEK de Atenas, mientras que el malagueño puso fin a su carrera profesional tras el último descenso del Betis a la categoría de plata.
Asimismo, Juan Carlos llegaba al Betis como cedido procedente del SC Braga. El de Boadilla vivió una situación similar a la de Juanfran, y si bien es cierto que la mayoría de los partidos que jugó lo hizo como extremo, acabó la temporada desempeñándose como lateral izquierdo, llegando incluso a reconocer que se sentía más cómodo en dicha demarcación. La pasada temporada abandonaba el club tras dos años a préstamo en el mismo y se unía al Granada, en la misma condición. Este año, otra vez como cedido, jugará en el Málaga.
De esta forma, Jordi Figueras es el único superviviente de aquella sufrida temporada. El Betis cuenta con hasta nueve defensores actualmente y si alguno acaba abandonando el club, todas las quinielas señalan a Figueras como el que cuenta con más posibilidades. El lateral derecho ahora será ocupado por Piccini y Molinero, mientras que el carril zurdo se lo disputarán el Varela y el recién llegado Vargas. Por su parte, Mel cuenta con Westermann, Bruno, Pezzella y Tarek, además del catalán, para ocupar las dos posiciones del centro de la zaga. Todo puede pasar, y más conociendo al Betis, pero hasta el día 31 de agosto habrá que esperar para conocer el futuro de Jordi Figueras. Mientras tanto, el defensor y Eduardo Maciá estuvieron conversando durante el Trofeo Ramón de Carranza al menos durante 10 minutos sobre el césped. El director deportivo no quiso confirmar que sería el cuestionado futbolista el elegido para su marcha, pero los movimientos de club giran en esa dirección.

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  1. Jose

    Esa noticia no es correcta Caro también pertenecía a la plantilla del descenso