Lo que parecía un acuerdo cerrado y definitivo no lo era. Un clásico en el mundo del fútbol. Ni es la primera vez, ni será la última. Los malditos flecos de última hora que tantos quebraderos de cabeza suelen provocar cada verano están retrasando lo que parecía ya una realidad, que Álvaro Vadillo jugará en el Rayo Vallecano las tres próximas temporadas.
El martes se daba por hecho que el acuerdo quedaría cerrado y que Vadillo estaría incluso a disposición de Paco Jémez para vestirse la franjirroja este fin de semana. Sin embargo, detalles económicos que tienen que ver con la operación a tres bandas, es decir, finiquito de Vadillo con el Betis y nuevo contrato con el Rayo, han frenado la firma del contrato. Todas las partes con optimistas en que de aquí al cierre del mercado se llegará a un acuerdo. Nadie lo pone en duda, pero la realidad es que a esta hora agentes de Vadillo en la capital de España, con Julio Prieto a la cabeza, tratan de certificar el acuerdo. Los contactos son continuos y se espera que en las próximas horas todo quede en un mal sueño.
Mientras tanto, Vadillo, como es lógico, sigue siendo jugador del Betis, así que se ha vuelto a la ciudad deportiva verdiblanco para seguir ejercitándose para no perder la forma. Se confía mucho en la visita a Madrid del Betis. No hay mejor momento que hoy y mañana para intentar dejarlo todo finiquitado, ya que la cúpula mayor del club heliopolitano se encuentra en la capital de España.
Recuerden que el principio de acuerdo que se había alcanzado entre Betis, Rayo y Vadillo estipulaba que el de Puerto Real salía libre de Heliópolis para firmar por tres temporadas en el Rayo y que el Betis se guardaba una opción de recompra de 1.250.000 euros al final del primer año y 1.750.000 al final del segundo. Además, el Betis se reserva un derecho de tanteo por si llega una oferta de otro club y un porcentaje del 50 por ciento en un futuro traspaso.