El callejón sin salida de Fabián

El futuro de Fabián es una incógnita. En la séptima jornada ante el Rayo, el canterano fue el futbolista descartado de una lista de 19 jugadores que Pepe Mel había confeccionado para el choque. Aquella misma tarde, horas después del encuentro disputado en Vallecas, el Real Betis B caía derrotado en la Ciudad Deportiva Luis del Sol ante el Real Jaén en un partido en el que los verdiblancos se veían superados en casi todas sus fases. Una semana más, el centrocampista se volvió a quedar sin jugar. Este curso, pese a las bajas, tan sólo ha gozado de 14 minutos con el primer equipo. No volverá a jugar con los de Merino y de seguir así, en enero deberá hacer las maletas y buscar una cesión, tal y como admitía su representante, Eusebio Rufián, a ElDesmarque.

"Tendrá que apretar porque no va a jugar con el filial. Si no juega con el primer equipo se le va el año. Tiene que ganarse el derecho a entrar en la lista del primer equipo, no que tenga el recurso a decir que puede jugar con el segundo equipo. Tendrá que apretar, el cuerpo técnico ha apostado por eso". Con esas palabras trataba de zanjar el tema Pepe Mel a comienzos de temporada cuando era cuestionado por la situación de Fabián. Desde el club se mantienen firmes en su postura. Al palaciego se le otorgó cierto estatus al contar con él como uno más de la primera plantilla y consideraría un agravio tener que volver a utilizarlo en el Betis B.
De esta forma, Fabián no volverá a jugar más con el filial verdiblanco. Eusebio Rufián contaba a ElDesmarque que "él quiere jugar con el B. Tanto tiempo sin jugar no es bueno, ni para él ni para ningún futbolista". No obstante, en el Betis entienden que cuando a un futbolista se le concede la oportunidad de formar parte del primer equipo, este debe asumirla al máximo y aprovechar la oportunidad para asentarse. Eso pasó con jugadores como Dani Ceballos o Varela, y no con otros como José Carlos o Francis, motivo por el cual siguen bajo las órdenes de Merino. De esta forma, pese a que su licencia federativa le permite jugar con el segundo equipo, el centrocampista debe centrar sus esfuerzos en hacerse con un hueco en la plantilla únicamente.
Fabián tiene algo más de dos meses para ello, pues de no ser así su futuro reside en un préstamo. Sin embargo, su agente no parece muy seguro de que esta sea la mejor solución: "Una cesión sería a Segunda. Para irse a Segunda B se queda en el filial. En diciembre los equipos de Segunda buscan referente o jugadores ya hechos. Con 19 años, sin jugar... es muy difícil todo".
De marcharse cedido, regresaría el próximo verano para competir nuevamente por un puesto en la primera plantilla. En el Betis consideran que Fabián cuenta con un futuro prometedor y ese es un motivo más por el que no desean que juegue con el Betis B. El conjunto dirigido por Merino vive una drástica situación, con seis derrotas en siete partidos, y el nivel mostrado hasta el momento deja mucho que desear. Quizás el peso que desequilibra la balanza se base en que existe miedo de que su rendimiento se vea mermado por la situación actual del filial; o quizás entienden que tiene una oportunidad única de demostrar, como piensan en las oficinas del Villamarín, que tiene nivel para jugar en la máxima categoría del fútbol nacional.
El pasado mes de abril, Fabián extendió su vinculación con la entidad de las 13 barras hasta junio de 2019. Ante el Mérida volverá a disponer de minutos, pero el choque es un amistoso sin mayor relevancia, por lo que no supondrá nada con respecto a su futuro. Ahora resta esperar al devenir de los acontecimientos, que los marcará el paso del tiempo. El mercado invernal está a la vuelta de la esquina y pueden suceder montones de cosas que modifiquen su futuro.