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Rubén, 'gran reserva'

Pepe Santiago

Rubén Castro, delantero centro del Betis y uno de los ídolos del beticismo, se encuentra viviendo, al igual que su equipo, un momento muy dulce a sus 34 años. En efecto, tras pasar el pasado año en Segunda División y devolver al conjunto bético con sus 32 goles a Primera, esta nueva campaña no ha podido empezar mejor. Así, tras siete jornadas disputadas, el equipo de las trece barras se encuentra en la octava posición a tan solo un punto de Europa. Pero si tan bien le van las cosas a los verdiblancos es en parte gracias a él, que ya acumula en su cuenta particular cuatro goles, lo que supone su mejor arranque goleador en la categoría de oro del fútbol español desde que es futbolista profesional.

Además, su cómputo personal podría ser incluso mayor si no hubiera fallado un penalti ante el Real Madrid en el segundo partido de la temporada. Eso sí, el ariete canario ha sabido compensarlo con esos cuatro goles ya mencionados, que fueron encajados por el Villarreal, la Real Sociedad, el Sporting de Gijón y el Rayo Vallecano, y con dos asistencias, una a Joaquín en el partido contra los asturianos y la otra a Heiko Westermann contra los madrileños. 
Así las cosas, Rubén es un jugador experimentado que ha dejado su huella en múltiples clubes, pero en ninguno de la forma en la que lo está haciendo con el Betis, donde se ha convertido en el máximo goleador de su historia. La edad no afecta a su ansia de gol, y cada año tiene más ganas de dejar el listón más alto para los futuros arietes que lleguen a Heliópolis.
Por otro lado, tampoco en su época en Las Palmas, el Albacete, el Deportivo de la Coruña, el Gimnàstic de Tarragona o el Rayo Vallecano había logrado acumular tantos goles en las primeras jornadas ligueras. De hecho, únicamente le separan dos goles del actual Pichichi, que no es otro más que Karim Benzema, un consagrado futbolista titular en el Real Madrid y en la selección de Francia. Parece que el canario está dispuesto ha dejar su sello en el coliseo de Heliópolis, y que los béticos están dispuestos a recordarlo.
 

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