El manual de Petros: robar el balón

El jugador del Betis Petros tiene su propio manual del fútbol, que tiene una regla básica: robar la pelota. El centrocampista es un especialista de la táctica, estudia a sus rivales y sabe siempre cuándo es el mejor momento para realizar la presión, algo que le sale "por instinto".

"La principal característica mía es ir a la presión. Mucha recuperación del balón porque procuro analizar antes a los rivales viendo vídeos y sé lo que mis adversarios van a hacer. Yo intento hacer la presión cuando existe posibilidad de recuperación del balón por un mal control del rival, dependiendo también del campo, del sitio en el que hay que presionar... Muchas veces yo conduzco a mi adversario a un sitio donde es más cómodo para mí hacer una recuperación", indica el brasileño, un apasionado de la táctica.
En pretemporada le costó encontrar su sitio dentro del esquema de Pepe Mel, pero ahora Petros reconoce que está cómodo, aunque siempre a disposición del equipo por si en alguna ocasión tiene que jugar como interior: "Ahora me siento muy bien, pues actúo y hago una función que siempre hice en mi carrera. En pretemporada estábamos buscando otras maneras, con más tranquilidad, pero en la Liga no estamos para hacer pruebas. Hoy estoy contento con mi posición. No obstante, si hay una necesidad en un partido de jugar en la banda derecha no pasa nada. Jugaría ahí sin problemas". 
Lo que sí ha notado Petros es la diferencia que existe entre el fútbol brasileño y la Liga: "Son filosofías distintas, escuelas diferentes. El equipo tiene que tener balón, buscar gol todo el tiempo y en Brasil todo es más tranquilo, se tiene más la posición del balón". Sin embargo, sí hay una cosa que molesta al jugador del conjunto verdiblanco durante los partidos que ha disputado con la elástica verdiblanca, como desvela tras analizar la expulsión que sufrió en el duelo, en casa, ante la Real Sociedad: "Tengo más de 30 recuperaciones de balones fuertes y creo que el árbitro fue riguroso. En la primera jugada con Xabi Prieto no corto al jugador. Aquí los chicos tienen una manía horrible, que es gritar todo el tiempo. La primera tarjeta sale de un grito de Xabi y en la segunda tarjeta el cuarto árbitro lo llama, pero si miramos el vídeo se ve cómo mi bota se enrosca con su cordón. Estamos entrelazados y el jugador tiene que caer. Fue un momento triste porque estaba jugando bien y estábamos ganando. Ahora ya sé lo que puedo y no debo hacer".
Por último, Petros rememora su gol al Deportivo: "Fue el punto máximo de felicidad. Tenía muchas ganas de hacer un gol y sobre todo en el Villamarín, porque los aficnados son estupendos. Ellos viven el partido con nosotros y cuando estamos mal nos ayudan".