Reparto de regalos y puntos en un esperpento

Westermann regaló el gol del Granada y Rubén Pérez le devolvió el favor con un penalti de patio de colegio. Dos errores infantiles resumieron una primera parte donde el Granada fue superior al Betis.
Mereció más el conjunto de José Ramón Sandoval en el primer periodo del encuentro, pero le falta la maldad necesaria incluso para sobrevivir en Primera división. Tiene un buen armazón y dos notables delanteros. El Arabi y Success pueden darle un dolor de cabeza a cualquier zaga, pero les cuesta acabar las jugadas con peligro.
El Granada se adelantó en el minuto tres tras un fallo garrafal de Westermann. El central alemán controló mal un pase de Varela y le regaló el balón a Foulquier. El lateral derecho rojiblanco batió con facilidad en el mano a mano a un vendido Antonio Adán. Westermann cometió dos errores en uno. Primero se equivocó en el control y después se mostró tremendamente blando en el choque con Foulquier.
El planteamiento de Mel se desmoronaba a las primeras de cambio. El técnico madrileño dispuso un once para jugar como en Vallecas, es decir, arropadito atrás, presionando arriba y tratando de salir rápido a la contra. El tanto obligó a cambiar la estrategia, pero ya no tenía los mimbres. El Granada le dio la pelota al Betis y el conjunto verdiblanco no supo qué hacer con ella más que buscar en largo a Rubén Castro o Rennella y lo que se le iba ocurriendo sobre la marcha a Portillo, el más entonado y acertado del Betis en los primeros 45 minutos.
Joaquín estuvo desaparecido en combate. Lo necesitó el Betis, pero no era su tarde. Los primeros 45 minutos fueron un desastre. Daba la sensación de que se había equivocado al ponerse las botas. No sólo no se marchó en ningún uno contra uno, sino que fallaba hasta en los controles más simples. Extraño partido del portuense.
El Betis no llegaba con peligro al área del Granada. La jugada más peligrosa fue una acción a balón parado que acabó en gol de Westermann, bien anulado por Mateu Lahoz por fuera de juego de Rubén Castro.
Precisamente, en otro jugada a balón parado, llegó el error de Rubén Pérez. Penalti clamoroso por mano delante de Mateu. Tarjeta amarilla y gol de Rubén Castro. El canario se desquita así del penalti que marró en el primer partido de Liga contra el Real Madrid. Tablas al descanso. Mereció más el Granada, pero en Primera hace falta algo más que buenas intenciones.
El Granada pudo adelantarse de nuevo al poco de comenzar la segunda parte. Un saque de esquina del conjunto local acabó en gol fantasma. Imposible mojarse con las imágenes que hemos tenido de televisión. Cada uno tendrá su opinión y seguramente dependerá de la bufanda con la que la emita. Mateu Lahoz decidió no dar el gol.
Acto seguido el Betis tuvo una ocasión muy clara. Joaquín apareció por primera vez en el partido. Jugada individual del portuense que acabó en un potente disparo cruzado que acabó despejando Andrés Fernández. Rubén Castro tampoco estuvo acertado en el rebote. Se cumplían diez minutos de la segunda mitad y ya habían entrado Dani Ceballos y Pezzella, que entró por un Westermann que cerró un partido para olvidar con una lesión tras pisar él solito la pelota.
Poco antes de la media hora de la segunda parte, El Arabi tuvo una ocasión muy clara de cabeza que no atrapó Adán bien y pidió perdón a sus compañeros. El rechace pasó cerca de Success, que no acertó a rematar. La ocasión espoleó al Granada, que tuvo otra ocasión muy clara un minutos después en una gran incursión de Success por la banda izquierda, aunque no pase de la muerte no encontró rematador.
La presencia de Dani Ceballos fue intrascendente y el Betis nunca llegó a tener el control del partido. La segunda parte no pasará a la historia por su fútbol, más bien al contrario. Más errores que aciertos. El duelo estuvo muy trabado, a expensas de que una jugada individual pudiera decantar el partido por algún lado. Pareció que Mel se conformó más con el empate que el propio Sandoval, que metió toda la pólvora que tenía en el banquillo, mientras que el técnico bético optó por quitar a Joaquín por Digard para los últimos diez minutos.
El partido se consumió sin ninguna ocasión clara en los últimos minutos. Mal partido del Betis en Granada, aunque al menos no se marcha de vacío.