Las dos caras de Westermann

Heiko Westermann ha sido uno de los zagueros firmados por Eduardo Maciá este verano para reforzar la maltrecha defensa del Betis. El alemán, que quedaba libre tras su paso por el Hamburgo alemán, se comprometía con la entidad de Heliópolis para complementar a los Bruno, Figueras, Pezzella y Tarek. Pese a que no fue hasta la tercera jornada cuando se asentó en la titularidad, el central prometía experiencia, veteranía e incluso gol. Recién finalizada para los de Mel la jornada 9, el teutón no ha terminado de mostrarse todo lo seguro que debería. Eso sí, encadenando partidos muy buenos, con otros mejorables.

Tras su debut ante la Real Sociedad (victoria por 1-0), el Betis y Heiko lograban durante dos semanas dejar la portería a cero. En la quinta jornada, ante el Deportivo, los verdiblancos perdieron, pero Westermann cuajó una buena actuación. Pero fue entonces cuando el central regalaría al beticismo una de cal, y otra de arena. Contra el Sporting, fue desbordado con bastante facilidad en la primera parte, aunque el conjunto bético logró remontar. Frente al Rayo, una semana después, anotó un golazo y se mostró solvente en el corte. Y en las dos últimas citas, ha vuelto a verse su peor versión. Primero, errando en algunos goles del Espanyol, y posteriormente, regalando un tanto a Foulquier, punta del Granada.
La conclusión es evidente. Ni antes era tan bueno, ni ahora tan malo. Tras siete partidos con la elástica de las trece barras, Westermann ha destacado por su irregularidad. Condiciones tiene, y a lo largo de su carrera ha logrado incluso paliar este defecto, siendo convocado por la selección alemana. Pepe Mel tiene trabajo por delante para recuperar su mejor versión, pues ya ha demostrado que cuando rinde a su nivel, es un central de garantías. 
Con él en el campo, el Betis ha dejado la portería a cero en tres ocasiones (Real Sociedad, Valencia y Rayo), y ha encajado siete tantos, sumando 11 puntos de 21 posibles.