Bueno, bonito... y frágil

Juan Manuel Vargas fue uno de los fichajes más prometedores del Betis en el mercado invernal. A priori, su buen nivel en un club potente como la Fiorentina apuntaba a un acierto de Eduardo Maciá, que no mostró preocupación alguna por su escasez de minutos en las últimas temporadas. Esta inactividad ha jugado en su contra muscularmente. Una versión 2.0 de Digard, aunque menos exagerado. Nadie duda de la calidad de Vargas, probablemente, uno de los mejores futbolistas de plantel. Pero lo bueno y bonito no ha salido barato, básicamente porque apenas juega.

De hecho, casi se ha quedado fuera del terreno de juego las mismas veces que ha estado sobre él. Desde que comenzase la liga, ha sido alineado en 21 choques (3 goles), pero ha sido baja por lesión en 14 ocasiones. Esas 14 pasarán a ser 15 este sábado ante el Celta, una vez que Juan Merino ha confirmado que unos problemas musculares le obligan a dejarle fuera de la convocatoria. El lateral peruano se retiraba del entrenamiento cuando habían transcurrido unos 30 minutos del trabajo programado por el técnico verdiblanco después de no tener buenas sensaciones en el transcurso de uno de los ejercicios. Las dos últimas convocatorias con su selección han acarreado lesiones al lateral zurdo, la primera de ellas, acompañada incluso por un ligero aumento de peso. 
Una musculatura de cristal que está resultando un quebradero de cabeza para su entrenador, que ha probado tanto con Montoya como con Molinero en el flanco zurdo sin certero éxito. Y que del mismo modo, impide rendir al cien por cien a Vargas cuando deja atrás sus molestias debido a su inactividad previa. 
La temporada pasada se quedó sin jugar 27 encuentros, algunos por lesión, aunque la gran mayoría por decisión técnica. Una cifra pareja al curso 2013-2014 (24), o a la 2012-2013 (19, estos casi todos por lesión). Una inactividad compitiendo que a sus 32 años está influyendo (junto a otros factores obviamente, como la propia genética) en su fortaleza muscular. De momento, es tan bueno como frágil.