La victoria del Real Betis a costa del Valencia se traduce como es lógico, en puntos. Un triunfo fundamental que sirve a los de Gustavo Poyet para calmar el inicio liguero y afrontar el intenso mes de septiembre con otra energía. El conjunto verdiblanco dominó buena parte del partido a excepción de tramos aislados a lo largo del mismo. El cuadro valenciano tuvo más posesión pero le costó llegar a la portería defendida por Antonio Adán. Dos despistes a punto estuvieron de empañar un encuentro muy serio del equipo heliopolitano.
Especial mención merece el posicionamiento de los futbolistas béticos. Riza Durmisi habitó en la línea que separa ambos campos y Joaquín cayó paulatinamente hacia el interior del verde para buscar rápidas transiciones como la que supuso el segundo tanto, en una brillante asistencia de lateral danés. Fabián (y Felipe Gutiérrez tras el cambio) junto con Petros escoltaron el mediocentro para dejar más metros por delante a Brasanac. El serbio fue el futbolista del Betis que más corrió (11,24 km) a una velocidad media de 32 km/h. El brasileño fue el encargado de realizar el trabajo sucio del equipo. Más de 10 kilómetros recorrió el ex de Corinthians a lo largo de los 90 minutos.
Por otra parte, el Betis volcó su ataque fundamentalmente por el flanco derecho. Las transiciones de izquierda a derecha dieron resultados. Hecho reflejado en los tres goles conseguidos en el choque. Dos por el flanco diestro en las botas de Piccini y el segundo que nace en un profundo pase desde la zurda. La zona de influencia por la banda izquierda alcanza un porcentaje de 39,4%, mientras que por el lado contrario alcanza el 33,6%.