El Betis llega al choque ante la Real Sociedad al alza tras el triunfo ante el Málaga, pero dolorido y con la enfermería casi repleta. Un inconveniente de última hora que no preocupa a Gustavo Poyet, que se aferra a este momento para comprobar que hay fondo de armario: "Tengo a seis o siete que si están bien van a jugar. El que rinda se lo gana. Hay jugadores que van a tener una oportunidad y que la aprovechen o no depende de ellos, no de mí".
El técnico uruguayo mantiene su fe en una plantilla completa: "Para eso está el plantel. Cada entrenador tiene su librito. Soy de los que me gusta tener los 25, los tenemos, eso hace que queden muchos fuera y que tenga que tomar decisiones complicadas. Pero es la parte que más me gusta del futbol, por eso me hice entrenador. Para el futbolista es peor pero el entrenador está tranquilo. Los que están esperando tienen que poner en problemas a los que se lesionaron".
Además, Poyet no pone reparos a que el juego del Betis tiene mucho margen de mejora, sobre todo en vistosidad: "Nos falta mucho. No tengo miedo a decirlo porque es la verdad. Para lograr el equilibrio justo te contraen y te hacen no relajarte lo suficiente para jugar al fútbol. Cuando uno pone el énfasis en un futbol bonito por alguna razón te olvidas de pelear. El equilibrio sería la perfección, controlar más los partidos y no terminar sufriendo, tener ocasiones y materializarlas… Eso lo buscamos todos los entrenadores”.