El beticismo, y muchos aficionados de otros clubes de España, están muy pendientes de la evolución de Rafael Gordillo. El actual director de relaciones institucionales del Betis permanece aún en un hospital de la capital hispalense a la espera de ser dado de alta tras un sufrir un infarto el pasado sábado. Si todo va bien, este miércoles ya podrá descansar en casa.
Los servicios médicos realizarán las últimas pruebas al Vendaval del Polígono, que en el caso de ser positivas podrá abandonar el hospital y olvidar el susto que le ha tenido en vilo durante unos días.
Han sido muchas las muestras de apoyo y cariño a Gordillo, que también ha recibido la visita del presidente del Betis, Ángel Haro, y de otros miembros del club, actuales o con los que haya coincidido en el pasado, como el exentrenador Pepe Mel o Juan Ureña.