El entrenamiento del Betis en la Ciudad Deportiva, a puerta abierta para medios de comunicación y aficionados, ha dejado un imagen bastante reseñable. El técnico Gustavo Poyet ha sido casi como uno más durante la parte física de la sesión, dura e intensa para los jugadores.
El uruguayo, tras una larga charla con la plantilla, no dudó en ponerse a correr y dar vueltas al terreno de juego con los diferentes grupos que Marcos Álvarez, preparador físico del Betis, había distribuido. Poyet sudó e incluso le dio tiempo para conversar con algunos jugadores durante la carrera, en gran parte a un buen ritmo.
Muchos aficionados presentes en la Ciudad Deportiva se quedaron sorprendidos por la imagen del entrenador, dando ejemplo a todos. Aunque otros se preguntaban si Poyet hacía esto también en los entrenamientos a puerta cerrada o simplemente era de cara a la galería.