El primer paso de la reacción: frenar la sangría de goles

El mal momento del Betis se demuestra también en los números, como por ejemplo en los goles encajados. Tras ocho partidos en la Liga, el equipo de Gustavo Poyet es el segundo que más recibe con 18 tantos, sólo por delante del colista Granada (23).

En esta sangría de goles se salva, en muchos de ellos, el portero Antonio Adán, que es de los pocos jugadores del Betis que está manteniendo el nivel. El madrileño ha salvado a su equipo en algunos partidos de goleadas aún mayores e incluso ha dado puntos, como el penalti ante el Granada.
Pero el nivel defensivo, una de los grandes quebraderos de cabeza de Poyet, no es el adecuado, a pesar de que 12 de los 18 goles hayan llegado ante los grandes Barcelona y Real Madrid (seis con cada uno).
De momento, sólo en dos partidos en el Benito Villamarín (Deportivo y Málaga) el Betis ha dejado a cero su portería. A domicilio siempre ha encajado y en El Sadar tiene la primera oportunidad para romper una mala racha, aumentar su credibilidad y afianzar a Poyet en el banquillo.