Una piedra más para la construcción del fortín

El Benito Villamarín es mucho más que las cuatro gradas –tres ahora mismo por las obras del Gol Sur- y el terreno de juego que éstas rodean. El estadio heliopolitano es, sobre todo, las miles de almas que cada fin de semana en el que su equipo juega como local pueblan las butacas verdes y blancas. Aquellos que emprenden ilusionados el camino desde sus casas, pasan un buen rato previo por Heliópolis, Reina Mercedes o Los Bermejales y, después, se encaminan cual manada a las entradas del que debería ser el lugar de sus alegrías.

Pero en los últimos años, toda la magia se pierde cuando el balón echa a rodar, pasan 90 minutos de juego más el descuento y el Real Betis Balompié se hace con los tres puntos en contadísimas ocasiones.
Hace mucho tiempo que el conjunto de las trece barras no hace de su estadio un verdadero fortín, un sitio del que apenas vuelen puntos y un lugar donde al visitante se le hace realmente incómodo jugar.
Por ello, todos los entrenadores que han llegado en los últimos tiempos se han puesto como condición sine qua non convertir en victorias el incansable apoyo de aquellos que, pese a irse cabizbajos a casa, vuelven cada vez que toca partido.
Eso, en muchos casos, fue palabrería. Víctor Sánchez del Amo no fue una excepción al decirlo en su presentación, pero sí lo está siendo a la hora de llevarlo a cabo. De momento, el Betis ha jugado tres veces como local con el madrileño y se han conseguido dos victorias y un empate. Puede que sea lo mínimo exigible, pero es mucho ateniéndose a los precedentes contemporáneos.
Este domingo, el equipo de Víctor tiene una ocasión única para que esas primeras piedras de la fortaleza como local se conviertan en cimientos de una gran obra que signifique alegría y confianza en sus sufridos hinchas. Llega a Heliópolis un Athletic Club al alza que, eso sí, tiene problemas lejos de San Mamés, pues no consigue ganar fuera de Bilbao desde el 21 de septiembre.
Mientras que el Betis no podrá contar con el sancionado Petros y apenas tiene la baja por lesión de un Musonda más fuera que dentro, los de Ernesto Valverde El gran problema para Víctor es cuadrar a Sanabria, Rubén Castro, Joaquín y Ceballos en un equipo con cinco defensas y dos pivotes.sí tienen lesionados y dudosos. Preocupa principalmente el estado físico de Aritz Aduriz. El baluarte ofensivo de los vascos sufrió un golpe en el entrenamiento del viernes que le convirtió en duda, y aunque ha viajado a Sevilla su participación no está clara. Para colmo, su sustituto natural, el joven Sabin Merino, tampoco las tiene todas consigo. El que regresa tras cumplir sendas sanciones en la Liga y en la Europa League es Raúl García, casi el Athletic en persona. El conjunto vasco, además, se aferra al buen momento físico de un Beñat que nunca ha perdido un Betis-Athletic, jugara con quien jugara.
Víctor tiene que decidir el sustituto del centrocampista brasileño, y la opción de un casi desaparecido Brasanac gana enteros. Es probable que regrese a la zaga Mandi tras su descanso ante el Celta, mientras que el principal quebradero de cabeza del técnico madrileño es cómo cuadrar a Sanabria, Rubén Castro, Joaquín y Ceballos en un equipo que juega con cinco defensas y dos pivotes. No caben. El que regresa tras su sanción y lesión es Piccini. En todo caso, no habrá lista hasta que acabe el entrenamiento que se celebrará horas antes el partido.
Sea como fuere, el Betis no puede eludir su responsabilidad con la victoria pese a tener enfrente a uno de los equipos más complicados del campeonato. Del Athletic siempre se espera garra, y en un clásico como el de este domingo estará garantizada, pero los tres puntos son vitales para los verdiblancos. De no lograrlos el abismo estará cerca. Y la Navidad no está para revivir fantasmas.
Alineaciones probables:
Real Betis: Adán; Piccini, Bruno, Pezzella, Mandi, Durmisi; Donk, Brasanac, Ceballos; Rubén Castro y Sanabria.
Athletic Club: Kepa; Bóveda, Yeray, Laporte, Balenziaga; San José, Beñat; Susaeta, Raúl García, Muniain; y Aduriz.