El aplazamiento del partido que el Betis debía disputar este viernes ante el Deportivo abre un hueco de trece días en los que los verdiblancos no competirán. Un espacio comprendido entre el pasado domingo 29 de enero con el duelo frente al Barcelona y próximo 11 de febrero contra el Valencia, en los dos casos en el Benito Villamarín. Un período que hay quien lo puede considerar excesivo.
Los de Víctor Sánchez del Amo firmaron un gran partido contra el Barcelona, que bien pudieron ganar. Una cita que generó ilusión y optimismo dentro del beticismo y en los jugadores, que supuso una inyección extra de motivación para el choque el equipo debía disputar en Riazor, apenas cinco días después de haber jugado contra el cuadro azulgrana. Por eso podría considerarse de inoportuno el parón.
Sin embargo, si se echa la vista atrás el Betis no ha salido mal parado de los parones que ha vivido esta temporada. El primero se vivió entre las jornadas 2 y 3 por las selecciones. Antes, los verdiblancos venían de empatar contra el Deportivo (0-0) en el Villamarín y en la reanudación vencieron en Mestalla (2-3) contra el Valencia.
El segundo parón sí fue negativo. Había perdido en Anoeta frente a la Real Sociedad (1-0) y en la vuelta el equipo cayó de manera abultada frente al Real Madrid (1-6) en Heliópolis. El tercero llegó entre la derrota en Villarreal (2-0), todavía con Poyet, y la victoria contra Las Palmas (2-0) ya con Víctor en el banquillo. Estos dos parones también fueron motivados por los compromisos de las selecciones.
El cuarto momento en el que hubo algún fin de semana sin competir se produjo por las vacaciones de navidad. El Betis había perdido en la vuelta de la Copa del Rey (3-1) en Riazor ante el Deportivo, lo que supuso la eliminación del torneo. A la vuelta, en LaLiga Santander, el equipo venció al Leganés (2-0) en casa.
Ahora llega el quinto parón, en este caso por la caída de una cubierta por las condiciones meteorológicas. La inyección de moral del partido del Barcelona quedará más lejos, aunque eso sí tiene más tiempo para recuperar a futbolistas que estaban lesionados, así como para terminar de adaptar a los refuerzos del mercado de invierno. El tiempo dirá.