Es Noticia

La noche que el Benito Villamarín enloqueció en un diluvio

Manuel Pedrero

El mes de diciembre corría por Sevilla. Año 2011. El Real Betis regresaba esa temporada a Primera División de la mano de Pepe Mel. Y no lo pudo hacer de la mejor manera. El conjunto verdiblanco encadenaba cuatro triunfos consecutivos en los primeros partidos de la competición que lo encumbraron al liderato. Sin embargo, todo se vino abajo hasta el citado mes en el que el Valencia CF visitaba el Benito Villamarín. Una racha de 10 envites sin ganar en Liga que tocó a su fin en una noche fría y lluviosa donde los aficionados disfrutaron de lo lindo. Una historia con final feliz y con mucho suspense. El protagonista, Rubén Castro

Desde el 26 de septiembre de 2011 hasta el 10 de diciembre de ese año se llevó el Betis sin ganar en Liga. Paradójicamente Pepe Mel aguantó en el banquillo respaldado por el meteórico inicio de campaña. Ante el Valencia se jugaba el puesto y terminó preservándolo. Unai Emery llegaba con su conjunto che a Sevilla dispuesto a ahondar en la profunda herida verdiblanca. Y lo iba consiguiendo con el paso de los minutos. Tras una primera mitad anodina, un autogol de Chechu Dorado adelantaba a los valencianistas. La lluvia, mientras tanto, hacía acto de aparición con suma virulencia. Los espectadores buscaban refugio. Era el peor escenario imaginable. Diez partidos sin ganar y otra derrota se avecinaba hasta que el sempiterno Rubén Castro tiró de orgullo para frenar la hemorragia
Sólo faltaban cinco minutos por disputarse. Internada de Juanma por la derecha, centro al corazón del área y cabezazo del canario adelantándose a Barragán para firmar el empate. El banquillo levantino lo lamentó y el bético lo festejó con rabia y energía. No quedaría ahí la cosa. El Betis fue a por todas y de nuevo la conexión con el extremo extremeño dio frutos. Pase magnífico de Juanma por encima de la zaga del Valencia, recoge Rubén Rubén Castro la bola y marca con un trallazo. Increíble lo que había sucedido en el estadio bético. 
Apoteosis, locura y desenfreno. Los seguidores no podían creer lo que veían. El Betis se deshizo del Valencia en las postrimerías con la lluvia como invitada al show de Rubén Castro. Una de las noches memorables del máximo goleador de la historia con la camiseta de las trece barras. 

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar