El Betis y la teoría del vaso

El Betis ha mejorado mucho desde la llegada de Víctor Sánchez al banquillo, pero no le da todavía para colocarse entre los diez primeros de la clasificación. Es más, la distancia con el décimo sigue sin recortarse y los últimos resultados no han sido del todo positivos. De hecho, el Betis sólo ha ganado uno de los últimos siete encuentros, eliminación de la Copa del Rey incluida. Unos números que incitan a pensar cómo ven los béticos el vaso, si medio lleno o medio vacío.

Desde el 1-0 ante el Athletic el 11 de diciembre, el Betis se ha impuesto al Leganés (2-0), ha empatado con el Sporting, Barcelona y Valencia y ha caído a domicilio ante el Alavés, Deportivo (Copa) y Atlético. Los tres empates seguidos en el Benito Villamarín mantienen la condición de invicto desde que el técnico madrileño sustituyó a Gustavo Poyet, con buen juego sobre todo ante el Barcelona, pero se echan en falta más puntos.
Víctor, que achaca esta racha a la falta de puntería, sabe que su equipo debe dar más de sí para lograr el principal objetivo de la temporada y, sobre todo, mejorar como visitante. Con el partido liguero en Riazor aplazado, al Betis se le presenta ahora la oportunidad de romper sus pésimos números a domicilio en Granada, ante un rival en apuros y que se está jugando la vida.
Porque después de la cita en el Nuevo Los Cármenes llegará el partido más especial de la temporada para los béticos. El derbi del 25 de febrero ante el Sevilla será la gran prueba de si el vaso del Betis está medio lleno o medio vacío.