553 razones para ganar el derbi

Quién le diría a Salva Sevilla y a los béticos que después de su gol, el segundo de su equipo, en la ida de los octavos de final de la liga Europa ante el Sevilla pasarían más de 550 minutos sin que otra jugador verdiblanco viese otra vez puerta. 553 minutos exactamente, sin contar las prolongaciones de cada uno de los seis partidos y pico que el Betis se ha quedado a cero ante su eterno rival.

Aquel 0-2 en el Sánchez-Pizjuán en el minuto 77 fue un antes y un después en la historia reciente del Betis, que se veía en los cuartos de final de la citada competición europea pero que sufrió unas semanas después un auténtico varapalo. Y el posterior descenso a la Segunda división con tan sólo 25 minutos en su nómina. El gol del almeriense fue la última alegría de los béticos en un derbi, salvo el 0-0, si se puede considerar como tal, de la pasada temporada en Heliópolis.
Porque sin goles a favor, el Betis ha sufrido cinco derrotas en todo este tiempo y ese empate, dolorosas algunas de ellas y con celebraciones para el olvido del beticismo. El Sevilla se ha convertido en el gran rey de los últimos derbis y no sólo por la consecución de varios títulos. El derbi, en estos últimos años, era sinónimo de alegría sevillista y pena bética, aderezado por la alarmante falta de goles de los verdiblancos.
Víctor Sánchez, amante también de la psicología, ha concienciado a sus jugadores en la semana del derbi de la necesidad de ganar, pero también de marcar. Y no es que la puntería del Betis haya sido espectacular en los últimos partidos, sino más bien todo lo contrario. Un hándicap que el madrileño no quiere que se convierta en otro serio problema. Porque bastante tienen ya los béticos con no celebra un gol de su equipo desde hace más de 550 minutos.