La enésima oportunidad perdida de Sanabria

El empate del Betis en Riazor volvió a dejar claro que el equipo verdiblanco tiene una alarmante dependencia de Rubén Castro y que, salvo Dani Ceballos, no hay fútbol en las botas de muchos jugadores. El delantero canario se quedó en el banquillo y sin jugar mucho tiempo después y de nuevo la oportunidad fue para Tonny Sanabria, que pasó completamente desapercibido por A Coruña.

El paraguayo, que disputó los 90 minutos, no tuvo una sola ocasión para marcar, ni tan siquiera se puso de gol. Sanabria fue en la mayor parte del encuentro un islote en el ataque del Betis, pero ante este problema, sin que lleguen muchos balones, tampoco sabe fabricar por sí solo jugadas de ataque.
Sanabria, con tres goles en la Liga, ya se encuentra a un buen nivel físico y ha sido de los pocos que ha disputado casi todos los minutos en los últimos tres partidos, donde sus números, eso sí, han sido favorables: goles ante el Málaga y la Real Sociedad.
En Riazor vio cómo algunos centros de sus compañeros no iban al lugar idóneo o cómo los defensas siempre fueron más listos en las jugadas. Un hándicap importante para el delantero y también para Víctor, que ha decidido que sea el hombre fuerte del ataque del Betis en los partidos como visitante.