La tranquilidad relativa de Víctor

Víctor Sánchez está más tranquilo que hace unos días, al menos en lo que ante los béticos se refiere. La confirmación de su continuidad por parte de Miguel Torrecilla le deja en una situación favorable pero extraña a la vez, porque haga lo que haga su equipo, salvo que el director deportivo cambie de opinión, se sentará en el banquillo del Betis la próxima temporada.

El técnico madrieño, que empezó con muy buen pie, sobre todo en el Benito Villamarín, ha ido perdiendo fuelle, en los resultados y en las palabras. Del fortín como local, los lobos y la manada se ha pasado a derrota tras derrota y la falta de eficacia en las áreas como motivos de la ausencia de buenos resultados. Pero Víctor mantiene cierta tranquilidad porque su futuro está asegurado.
Eso sí, el ex del Deportivo debe pasar aún varios exámenes ante los béticos. Para empezar, este sábado frente a Osasuna, porque no se descarta una pitada al entrenador si el Betis no gana al colista y un equipo que lleva una vuelta justa sin conocer la victoria.
Víctor, que no pierde la fe en su trabajo, debe recuperar para la causa a varios jugadores que han ido perdiendo confianza en el entrenador, jugadores con peso en la plantilla. Un último tercio de temporada donde el Betis va a jugarse muy poco en lo deportivo, o eso se espera en el club, pero mucho para su futuro más inmediato.