Hipólito Rincón Povedano (Madrid, 28 de abril de 1957) no nació bético por la simple certeza de no nacer en Sevilla, porque parte de su corazón cambió de color cuando supo que jugaría en el Betis. Muchos años después sigue siendo bético, crítico y agradecido al cariño que le ha dado una afición desde que aterrizara en Heliópolis un caluroso día de verano allá por 1981.
En ElDesmarque charlamos y conocemos la perspectiva que tiene con Poli Rincón del Betis en el quinto capítulo del serial 'Diez Latidos verdiblancos'.
- ¿Cuál es su primer recuerdo del Betis?
- Es cuando llegué aquí un 13 de julio de 1981, a las dos y pico o tres de la tarde. Salí de Madrid con mi mujer, una maleta cada uno y el coche, era lo único que teníamos, con lo único que vinimos aquí. El recuerdo es tan bonito porque hemos formado una vida, una familia y con total seguridad he vivido los mejores años de vida aquí en Sevilla y en el Betis.
- ¿Por qué el Betis?
- Voy a explicar una cosa que va a parecer de risa. Soy de Madrid, nací en Madrid, entré en el Madrid con 8 años y siempre el color que más me ha gustado ha sido el verde. De hecho me quise casar de verde y mi mujer evidentemente, que iba de blanco, no me dejó. Pero me hubiera casado de verde. Y ya si le pones el blanco porque soy del Madrid… son los dos colores de mi vida. Tuve varias ofertas importantes y al final me decidí por el Betis porque era el equipo que vestía de verde y me caía muy simpático, fantásticamente bien, como yo creo que a todos los españoles. El Betis a todo el mundo le cae bien, todo el mundo le tiene un cariño especial porque tiene unas connotaciones muy del pueblo, muy de la gente que venimos de los sitios humildes y nos identificamos con un equipo como el Betis. La verdad que cuando llegó el momento y vi que era el Betis, evidentemente verdiblanco, no hay mejor cosa y tomé la decisión de venirme al Betis.
- Y sigue siendo del Betis...
- Sigo siendo del Betis porque, como digo siempre, gracias al Betis he podido desarrollar tanto mi vida personal como mi vida profesional. Cuando llegué al Betis, profesionalmente venía del Madrid, había ganado una Liga, una Copa del Rey, había jugado una Copa de Europa, habíamos perdido contra el Liverpool… Pero el Betis me lo ha dado todo profesionalmente, me ha dado poder crecer, poder identificarme como jugador, realizarme profesionalmente en todos los sentidos y sobre todo crear una familia en una ciudad tan maravillosa como es Sevilla, con una gente encantadora. Y una afición indescriptible. Tengo un recuerdo tan bonito de los años que he jugado porque yo echaba el balón fuera y la gente me aplaudía. La gente ha entendido una cosa cuando yo he salido al campo: que las 13 barras que yo llevaba y el escudo los he defendido con mi vida. De hecho han sido 16 operaciones de los años que he estado jugando en el Betis y si me hubieran pedido la vida, la habría dado. Evidentemente ahora, con todas las cosas que están pasando y estamos viviendo, como para mí el Betis es como un hijo me duele muchísimo todo y no me conformo con el Manquepierda. Yo quiero que el Betis gane, que esté lo más arriba posible y sea uno de los mejores equipos de España, que ya lo es, sino de Europa y del mundo. Me rebelo contra todo lo que no sea eso.
"La gente entendió una cosa cuando salía al campo: que las 13 barras y el escudo los he defendido con mi vida"
- ¿Cómo ve al Betis actual?
- Pues lo veo mal y no en lo deportivo, que está muy mal. Yo tengo una teoría, que es que los jugadores no vienen solos al Betis, ni los entrenadores. La pregunta que me hago y hago a todo el mundo es que ¿todos los jugadores que han venido son malos? ¿Todos los entrenadores en los últimos tiempos son malos? Yo creo que el problema estará en otro sitio. Cuando traes a 20 entrenadores, habrá alguno que sea bueno. Si traes a 80 futbolistas, habrá ocho o 10 que serán buenos, no voy a pedir más. El problema, si no está ahí, tendrá que estar en otro sitio. El problema del Betis es todo lo que esta viviendo institucionalmente, ahora mismo la entidad está en un caos total y absoluto, está regida por gente que no está capacitada para estar ahí, que para mí no tienen ningún derecho para estar ahí. Si dijéramos es que puesto no se cuánto dinero, que he comprado acciones para estar aquí y tengo un paquete mayoritario… Pero no. Son gente que han hecho una plataforma y a partir de esa plataforma han llegado a ser presidente y vicepresidente del Betis y regir los destinos del Betis. Eso no quiere decir que te autorice y tener de verdad lo que para mí tienes que tener para poder manejar a un club como el Betis y el sentimiento que requiere el Betis.
- Una valoración de la gestión del presidente...
- Víctor es una consecuencia más de la mala gestión que se está haciendo en las oficinas y la forma de gestionar a un club. Este club sigue anclado en el siglo pasado, no somos capaces de ponernos en el siglo XXI, no tiene una estructura definida y concreta donde uno pueda dirigirse, quién es el responsable de todas las cosas que se hacen. La gestión vuelve a ser nefasta de los que están arriba.
"¿Todos los jugadores y entrenadores de los últimos tiempos son malos? El problema está más arriba"
- ¿Y la plantilla?
- A esta plantilla se le puede sacar mucho más rendimiento. Ahora, si el mensaje que le mandas a la plantilla es que estamos aquí no para ganar, sino para no perder, para que no nos hagan gol, metidos todos atrás, vamos a defender así y ya si tenemos una ocasión o robamos un balón vamos a meter un gol y ganamos un partido pues creas una mentalidad defensiva, no ofensiva. Con un centro del campo con Rubén Pardo, Dani Ceballos y ahora me da igual que pongas a Brasanac, Jonas Martin, Petros, quien quieras, tienes a dos futbolistas que van a crear fútbol. Arriba tenemos dinamita. Álex Alegría me parece un futbolista extraordinario. Sanabria está teniendo muchos problemas con las lesiones pero me parece un futbolista con un futuro extraordinario. Y Rubén Castro, aunque esté en su última etapa como futbolista, porque por desgracia todos nos tenemos que retirar, pues es un futbolista que hace goles y está manteniendo su nivel de goles. A partir de ahí, el Betis tiene a dos laterales magníficos, con los dos chavales de la cantera, con Durmisi y compañía puedes hacer un equipo que pueda jugar por fuera, con extremos, también por dentro y que, sobre todo, tenga una concepción del fútbol de ataque y ofensivo, que lo puede hacer. Luego tiene recambios como Joaquín, que puede aportar todavía muchísimas cosas en el sentido de la madurez que tiene, la experiencia, sabe jugar al fútbol, puede jugar por dentro… A lo mejor ya le cuesta más trabajo por fuera, pero por dentro puede jugar perfectamente. Con los mismos mimbres que hay, se puede hacer un equipo y dar una imagen completamente diferente a la que hemos dado. Luego, evidentemente, hay que jugar los partidos y ganarlos, pero si tú llevas todos los partidos jugando con la misma defensa, el mismo sistema y te meten cada rato cuatro goles… Tienes que pensar que a lo mejor hay que cambiar el sistema, que no por cambiar uno sea peor. Al revés, rectificar donde te equivocas te honra.
- ¿Es optimista o pesimista?
- Con la gente que está soy muy pesimista. No sé cuál es el proyecto, no sé cuál es el futuro, no sé ahora mismo a dónde vamos. Como no es claro el mensaje que transmiten, como no es claro lo que hacen, nadie tiene la responsabilidad de una cosa que se hace mal. El Betis es una empresa, una SAD, por lo tanto hay que pedir responsabilidades, desde el presidente hasta el utillero, todos tienen responsabilidad. Si tú no eres capaz de asumir la responsabilidad y de decir que te has equivocado en todo y porque te has equivocado vas a intentarlo y mejorarlo. Pero si vas con la prepotencia, no quieres rectificar ni cambiar las cosas, evidentemente no se hacia dónde vamos. ¿Qué proyecto vamos a tener el año que viene? El Betis ha tenido este año unas experiencias importantes y hay que sacar lo positivo. De todo esto se puede rectificar y se puede cambiar, ahora tienes que saber tú como entidad y desde hace ya un tiempo si el entrenador es el adecuado para lo que tú quieres hacer.
"Lo he dicho siempre: no vienen a servir al Betis, vienen a servirse del Betis. Esa es la realidad, la queramos ver o no"
- También esta Miguel Torrecilla...
- Este hombre no conoce Sevilla, no conoce la idiosincrasia del Betis y esta es una ciudad muy dual. Cuando tienes a un equipo como el Sevilla que lleva 14 años haciendo todo lo que está haciendo en el fútbol, manteniéndose entre los cuatro primeros, jugando la Liga de Campeones, la UEFA la ha ganado cinco veces… Hay que aprender un poquito aunque sea el Sevilla, hay que fijarse en lo que hace bien, intentar hacerlo tú y luego si lo puedes mejorar… Es una cosa lógica y natural. A partir de ahí me puedes decir cómo Monchi ha estado 17 años de director deportivo y nosotros cuántos llevamos ya. En estos últimos años llevamos tres o no sé cuántos. Yo he perdido la cuenta ya, como con los entrenadores o como los jugadores. ¿Dónde está el problema? Siempre digo que un jugador no viene solo y se pone a decir ‘voy a jugar en el Betis porque me apetece’. O el entrenador dice ‘voy a entrenar al equipo que quiera’ y el director deportivo tampoco. ¿Quién vuelve a tener el problema de todo esto? Los mismos que dirigen todo. El problema del Betis realmente está en la gente dirige al Betis. Lo he dicho siempre: no vienen a servir al Betis, vienen a servirse del Betis. Esa es al realidad, la queramos ver o no.
- ¿Qué virtudes y carencias ve en el Betis?
- Lo mejor que tiene el Betis es su afición. No he visto todavía un club que estando en Segunda tenga 42.000 socios, que vayan al campo 45.000 personas, todos los domingos no baja de 35.000, esté como esté el equipo, pase lo que pase. Teniendo ese patrimonio, que es el más importante del mundo, tus aficionados, tus béticos, la gente que quiere al Betis, estoy convencido de que este equipo estaría entre los cuatro mejores de España seguro. Quitando al Real Madrid y al Barcelona, después al equipo que más gente ve es al Betis. Ni al Atlético, Sevilla o Valencia, nadie. Tienes un patrimonio que es inagotable. Sin embargo, son maltratados totalmente. Ese es el lado más positivo que yo veo. No quiero ser negativo, pero mientras estén estos señores no veo nada positivo. Cuando no estamos en Segunda, estamos peleando por no bajar. Si este año se hubiera dado como todos los demás, el Betis estaría en descenso. El año pasado se bajó con 42 puntos o así y tenemos 37. Estaríamos jugándonos en la última jornada el descenso. Eso es lo que yo no quiero. Yo no quiero que el Betis esté ahí, quiero que esté peleando donde se merece que en los puestos de arriba, entre los seis primeros. Ahí tiene que estar el Betis. Para eso necesitas un concepto claro de lo que tú quieres y dónde quieres poner al Betis. Si lo quieres dejar anclado en el siglo XX o si quieres mirar al futuro. Y con esta gente no creo que vaya al futuro nunca.
- ¿Qué cambiaría del Betis?
- La junta directiva no está capacitada para estar ahí y a partir de ahí cambiaría muchísimas cosas. Crearía una estructura sólida, de futuro, en la que todo esté delimitado y claro. Quién es el responsable de cada sección, de las cosas que se hacen y luego cambiar el concepto y mentalidad de lo que tienes ahora mismo. Esto no es un equipo chufla y aunque pierda estamos contentos. Para mí, yo quiero que el Betis gane y esté lo más arriba posible. Si aquí fuésemos capaces de cambiar las estructuras, yo creo que se cambiaría todo, desde arriba hasta abajo, porque esto es piramidal. Cuántos años hace que no sale un futbolista como Dani Ceballos. Tenemos ahí a Álex Martínez, a Rafa Navarro… No hay más. Una cantera que el filial esté como mínimo en Segunda B y optando por jugar a Segunda División que es donde se merece estar. Id mejorando las categorías inferiores y a partir de ahí todo lo demás. Y, por supuesto, el Betis luchando entre los seis primeros. Yo cambiaría desde arriba hasta abajo todo.
"Lo mejor que tiene el Betis es su afición. Cuando ganas títulos es fácil ser de un equipo"
- ¿Qué es lo mejor del Betis?
- Su afición. Qué afición es capaz de aguantar lo que aguanta la del Betis. Cuando ganas títulos, es fácil de ser un equipo. Ahora mismo el Sevilla está viviendo una época dorada y es más fácil ser del Sevilla, porque está en toda Europa, en todos los sitios, la gente lo ve, los niños también. Es un equipo que ha levantado títulos, pero es que nosotros dónde estamos, a nosotros quién nos ve. Tiene mérito que haya 42.000 abonados, que pagan. Eso es lo difícil, lo que no existe. Cuando no ganas nada y encima juegas en Segunda División, es imposible. Lo vuelto a destacar: lo mejor que tiene el Betis son sus colores verde y blanco y su afición.
- Se le ve emocionado...
- Estoy hablando con el corazón, porque a mí me duele ver al Betis en esta situación y la imagen que damos. Soy muy visceral porque quiero lo mejor para mis hijos, que tengan una buena carrera, unos buenos estudios, que trabajen en un sitio digno. Cuando tú quieres a un hijo como quieres, no me resigno a ver al Betis en la situación que está. Pido disculpas pero es que me enciendo y me sale lo que me sale.
- ¿Se pudo dar aquel 12-1 ante Malta en otro estadio que no fuera el Benito Villamarín?
- No, imposible. Pido disculpas a todo el mundo, no quiero ofender a nadie, pero en esa época jugábamos en nuestro estadio casi todos los partidos de la selección y en Sevilla. Primero, la ciudad era importantísima para sentir el apoyo y el calor de la gente. Se me ponen los vellos de punta, en ese estadio, mi estadio, donde jugaba todos los domingos, es único y difícil que vuelva a pasar y que se pueda volver a vivir. Ha sido lo mejor que he vivido en mi vida deportivamente. He jugado en los Juegos Olímpicos, estuve en un Mundial, Eurocopa… Pero ese partido, no sólo en mí. Todo el mundo se acuerda de dónde estaba y pasó a los anales de la historia del fútbol español. Ese partido fue único y se vivió en el estadio único donde se podía vivir.
"Yo me emociono, a mí me duele ver así al Betis; es como un hijo y no me resigno a que esté así"
- ¿Cree que Rubén Castro le puede superar?
- Por supuesto. Los récords están para batirlos, lo que es triste es que después de 30 y tantos años siga siendo el máximo goleador, desde que me retiré en el año 90 hasta ahora. Eso es malo para el Betis. Es una de las cosas que hay que cambiar. Tendrían que haber venido cinco o seis futbolistas que hubieran podido pasar esto, porque eso es bueno para el Betis, para el club. Han traído a gente buena, que siente los colores, que ha dado la vida por el Betis y que gente ha ido evolucionando al club. Cuantos más futbolistas vengan y batan los récords que hay es muchísimo mejor para la entidad. Es una equivocación que tú estés perenne. No me gusta ser yo el único, no. Tiene que haber más, otro que me supere, otro Pichichi, otro máximo goleador de Liga. Eso es bueno, es magnífico para el Betis y para la institución. Estoy loco y con unas ganas de que lo supere tremendas. Y luego que venga otro para batirlo. Lo único importante es que sea bueno para el Betis. No para mí ni para Rubén Castro, que lógicamente me alegro por él. Y se hablará siempre de eso.
- ¿Cómo se ve el Betis desde fuera?
- Vengo de Madrid y no es fácil dejar el Real Madrid para irte a un equipo como el Betis o el Sevilla. Es una decisión que tomé con una claridad tremenda y absoluta. Primero, por los colores que tenía y segundo, porque pensaba que era un equipo que me lo podía dar todo profesionalmente, como así fue. Gracias al Betis jugué en la selección, gracias al Betis fui a un Mundial, a la Eurocopa, fui internacional y pude jugar el partido de Malta… Hice lo más importante de mi vida. Conseguí todo profesionalmente. Si a eso le sumas personalmente, porque hice mi vida, mi familia… Mis hijos son de aquí de Sevilla, nacieron en la Cruz Roja de Triana, mi mujer ha habido aquí escandalosamente bien, nosotros vivimos muy bien. Nos han acogido con un cariño extraordinario y nos han hecho sentirnos de aquí. Yo tiraba un balón fuera y la gente me aplaudía y por eso el corazón se te sale del pecho. Ese es el Betis que yo veía y el que mi hizo venir aquí. Ahora me da mucha pena ver el Betis que veo. Lo que más duele es cuando voy a Madrid y me dicen ‘vaya cómo está tu equipo, qué pena da’. Eso me mata, como bético que soy me duele en el corazón. Ya ni siquiera quiero hablar con mis amigos del Sevilla, es que no puedo ni discutir, ni tener ese cachondeo que teníamos antes. ¿Sabes lo difícil que es eso para un bético? Es dolorosísimo. Y me dicen eso, ‘pero qué simpático sois’. No, no, perdona. Eso es lo que más me duele. Ni yo ni el Betis tenemos que dar pena a nadie. El Betis tiene que ser un equipo como es, de los grandes de España y del fútbol mundial. Es mi sentimiento, mi forma de vivir el Betis. Y me gustaría verlo entre los grandes de España porque es un grande de España.
Poli con quien has empatao tu????jajajjajaja
Sí hijo si somos muy malos pero no haces otra cosa que entrar en las noticias del Real Betis Balompié. Eres un triste chico, tienes a tú equipo en la previa de la Champions, disfruta y deja a los demás tranquilos. 1 saludo P. D: Sin nosotros no sois nadie al igual que nosotros, somos 2 caras de la misma moneda.
Te has equivocado Poli ....no van 42000 van 4.200.000....jeje.. después los datos de la LFP pone las cosas en su justa medida. Venga carnets de simpatizantes a 30 euros. Más títulos moráles. Ni en cien vidas podréis igualar al Sevilla. Además tu eres ultra madridista.....chaquetero