El delantero del Real Betis Rubén Castro será juzgado el próximo jueves 25 de mayo por varios delitos de maltrato hacia su expareja, que habría cometido entre 2012 y 2013 y por los que la Fiscalía le pide 4 años de cárcel y la acusación 8 años y 9 meses. Está previsto que la declaración de la presunta víctima se realice a puerta cerrada, mientras que el resto de la vista oral, que se desarrollará en el juzgado de lo penal 14 de Sevilla, se hará a puerta abierta, según han informado a Efe fuentes judiciales.
En diciembre pasado, el juzgado de violencia sobre la mujer 3 de Sevilla estableció una fianza de 200.000 euros para el futbolista, que pidió una rebaja a 6.000 euros por considerarla "notoriamente desproporcionada", no motivada y basada solo en la petición de la acusación popular. La Fiscalía acusa a Rubén Castro de un delito de malos tratos habituales, otro de amenazas leves y seis delitos de maltrato en el ámbito familiar, que se habrían cometido entre 2012 y 2013 y por los que le pide 4 años de prisión.
Además, la Fiscalía solicita que el futbolista no se acerque a su expareja a menos de 300 metros ni que se comunique con ella durante dos años y tres meses. La abogada de la expareja de Rubén Castro, por su parte, pide ocho años y nueve meses de prisión por un delito de amenazas leves, siete delitos de maltrato en el ámbito familiar, uno de ellos con la agravante de presencia de una menor y otro con la agravante de aprovechamiento de la circunstancias del lugar, y por un delito de agresión sexual.
Subsidiariamente, la abogada Amparo Díaz pide siete años de prisión para el futbolista por un delito de maltrato, otro de coacciones, uno de violencia habitual y otro de agresión sexual así como por una falta de injurias. En concepto de responsabilidad civil, la acusación particular solicita una indemnización de 150.000 euros y otros 500 euros por los daños físicos y morales ocasionados a la mujer.
En febrero de 2016, la Audiencia de Sevilla atribuyó al futbolista nuevas agresiones a su expareja, entre ellas propinarle una patada en el estómago, cogerle fuertemente del cuello o golpearle en la cara y causarle un hematoma en el ojo. La Audiencia estimó parcialmente el recurso presentado por la defensa de la exnovia, y añadió que durante la relación "fueron frecuentes las disputas verbales, incluso físicas, entre ambos" y que el imputado llegó a ejercer "frecuentes actos de violencia" contra ella.