Una de las cuestiones más preguntadas en la rueda de prensa de presentación de Quique Setién como nuevo entrenador del Real Betis ha sido la duración de su contrato. El cántabro ha firmado tres temporadas, pero tanto Lorenzo Serra Ferrer como Ángel Haro creen que estas se cumplirán.
Tanto el presidente como el vicepresidente deportivo han coincidido en su opinión, reflejada en sus declaraciones este viernes. “Hemos cambiado mucho más de lo necesario. Se busca alguien de proyecto y no es arriesgado. Responde a una idea de juego. Otros entrenadores también, pero no es lo mismo hacerlo en diciembre o en estos momentos. Este entrenador sí es de proyecto, intentamos traerlo en verano y no pudo ser. Ha sido un entrenador bastante deseado”, indicó Haro.
En este sentido, Serra comentó que “si estás convencido de una idea y esa idea la puede llevar a cabo una persona con esas características, hay que apoyarla y respaldarla hasta el final. Tenemos que dar la confianza en apostar por este proyecto. Después los resultados la dan o quitan. No es una hipoteca, al contrario, es una ayuda fantástica en la que nos apoyamos porque creemos en ella”.
Evidentemente, también Setién tenía algo que decir a este respecto, y explicó cuáles han sido sus sensaciones en otros clubes en los que ha entrenado. “Que esté a mi derecha el entrenador que ha conseguido estar tres años seguidos –se refiere a Serra Ferrer- es muy alentador. Si miramos hacia atrás, uno se pone nervioso, pero la realidad es que es muy importante, y por eso mi interés en firmar un compromiso largo que da una consistencia de inicio muy importante. Se crean expectativas de continuidad que no van a depender del resultado del domingo. Hace falta un tiempo necesario para que las cosas se vayan asentando. Esa continuidad nos permitirá ir creciendo poco a poco hasta plantear objetivos mucho más claros”, comentó el entrenador, que argumentó su respuesta con otros aspectos más en este sentido.
Contactos anteriores. “En todas puse una condición. En Lugo me planteé cada año salir, pero soy una persona especial en algunas cosas. Donde estoy a gusto nunca me quiero marchar. Cuando llego a un sitio pienso que no me voy a marchar. En Lugo hubo coincidencia con la persona con la que gestioné el club, fui un hombre feliz, el club creció y yo también. Me pude ir ganando más dinero y a mejores equipos, pero no me fui. Salí porque cambió el accionariado”.
Su última experiencia. “En Las Palmas fue igual, pero las circunstancias me aconsejaron cambiar de lugar, porque esa felicidad la perdí. Y ahora inicio un proyecto con la misma ilusión de cuando voy a los sitios. Con ganas de convencer a los futbolistas de que vamos a hacer disfrutar a la afición y van a disfrutar ellos. Ahora pienso que me voy a quedar toda la vida, es lo que tengo que pensar”.
¿El Ferguson del Betis? “Si no hubiera cambiado el accionariado del Lugo, yo seguiría en el Lugo. Los resortes que mueven mi vida quizás hay que entenderlos. El fútbol te da y te quita, aunque el trabajo siga siendo el mismo. Hay veces que el balón no entra y otras sí. A lo que aspiro aquí es a mejorar en todo, en cuanto a que este club en los últimos años no ha estado en el lugar que le corresponde. Intentaré conseguir, crecer y mejorar eso. Me encantaría cumplir esos tres años y seguir, sería señal de que he estado muy a gusto. Nadie es dueño del fútbol, sólo los grandes jugadores. Mi idea es que me voy a quedar aquí toda la vida”.