Es Noticia

Iván Navarro: de las lágrimas y el beso, al debut

Á. Borrego

La historia de Iván Navarro es una de esas por las que el fútbol aún merece la pena. El amor a unos colores, la lucha por llegar a la élite y un sinfín de reveses marca el relato que dicta que al final todo esfuerzo tiene su merecido. Así es la parábola del ariete verdiblanco, una trayectoria curtida en la cantera, el barro y el ostracismo de tercera división para cumplir un sueño, el de debutar con el Real Betis, el 'equipo de su vida'.

Lejos quedan aquellas lágrimas del descenso en 2009, cuando el Real Betis descendió a la división de plata una década después. Tras ello, siete meses le han valido a Iván Navarro para cumplir un sueño. El atacante llamó la atención de Quique Setién, que lo reclutó para realizar el primer 'stage' de pretemporada junto a la primera plantilla y otorgarle sus primeros minutos ante un bicampeón de Europa como lo es el Benfica. Fueron 65 minutos ante 'Las Águilas' y otra media hora ante el Vitória de Setúbal son suficientes para apremiar su corta trayectoria.
El extremo disfrutó de minutos en la disciplina verdiblanca hasta cadetes. La ausencia de continuidad en juveniles le hizo buscar minutos en el San Juan, previo paso para conseguir su primer contrato profesional. Con el CD Gerena brindó las primeras tardes de gloria en Tercera División, donde se curtió y ganó un puesto en una categoría más que complicada a su edad. Su gran hacer le hizo descolgar el teléfono de Pedro Buenaventura, que lo llamó para recalar en el filial bético y ayudarle con doce goles al ascenso a la división de bronce.
Cortos pero intensos, así se resumen 20 años de fútbol en las botas de Iván Navarro. Unos pies que tienen mucho que decir y demostrar aún pero que atesoran el primero de muchos sueños cumplidos, debutar y vestir la camiseta se sus amores.
 

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar