Cambiar todo para que nada cambie

El 'gatopardismo' o lo 'lampedusiano' es en ciencias políticas el "cambiar todo para que nada cambie", paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957). La cita original expresa la siguiente contradicción aparente: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie". Esto ha hecho el Betis de cara al inicio de LaLiga Santander 17/18, cambiar casi todo para que todo continúe como la pasada temporada. 

Este verano han llegado al club verdiblanco Lorenzo Serra Ferrer, Quique Setién y, por ahora, nueve fichajes: Barragán, Feddal, Guardado, Camarasa, Javi García, Boudebouz, Tello y Sergio León. Nada de esto ha hecho que lo que los aficionados béticos ven de su equipo en el terreno de juego sea diferente a lo que ya había. 
El Betis pasó por el Camp Nou sin pena ni gloria y dejando al descubierto muchas carencias, las mismas del pasado curso. Se ha cambiado el entrenador, el esquema de juego y una gran multitud de futbolistas. De hecho, de la pasada campaña sólo salieron de inicio frente al Barcelona Adán, Mandi, Tosca, Joaquín y Nahuel, pero, por ahora, todo parece igual y no se ha visto ni un atisbo de mejora sobre el césped. 
El cuadro heliopolitano no tiró ni una sola vez entre los tres palos, no sacó ningún córner, perdió una infinidad de balones y el estilo de juego que quiere implantar Setién no apareció en ningún momento. Lo que sí salió a relucir, al contrario que toda la temporada pasada, es la autocrítica del entrenador. 
El técnico cántabro llegó a la sala de prensa del feudo azulgrana y dejó claro que lo que se vio ante los culés no es lo que quiere de los suyos. "Hemos tenido muchas pérdidas, hemos regalado el balón en ocasiones. Nos ha faltado capacidad y jerarquía. Esperaba más. No hemos estamos bien coordinados a la hora de presionar", indicó Setién.