Mel y la grandeza del Betis

El partido del sábado entre el Betis y el Deportivo será muy especial para uno de los visitantes. Verá el partido desde el banquillo pero de reojo estará pendiente de la grada y del ambiente del Benito Villamarín. Porque Pepe Mel no es uno más en la historia del Betis, con sus momentos buenos y otros peores. El técnico del Deportivo no está nervioso por el recibimiento que tendrá y apuesta por un triunfo de su equipo, el que ahora le da de comer.

Mel, en una entrevista en AS, espera con ganas el comienzo del encuentro en uno de los estadios donde más se ha emocionado, como jugador y, sobre todo, como entrenador: "Será extraño porque los sonidos, el ambiente, el bullicio… todo lo que viví de local ahora me toca en contra. Obviamente será especial, pero cuando pite el árbitro tocará ganar. Veré a muchos amigos, pero ahora querrán que pierda".
Su vida en Sevilla fue muy bonita y la recuerda con gran cariño: "La gente allí me reconocía como alguien de la casa, en A Coruña todavía soy alguien que ha venido de fuera. Han hecho una gran inversión, firmado bien y tienen una masa social enorme de 50.000 socios. Es tan grande que la gente de fuera no lo percibe bien; hay que estar dentro para saber la magnitud".
El entrenador madrileño nunca ha ganado como rival del Betis y confía en que este sábado se rompa esa racha. Eso sí, las formas de sus salidas del Betis en los últimos tiempos podrían provocar un ambiente enrarecido: "El beticismo sabe que fui una persona honrada que trabajó, con que piensen eso de mí me doy por satisfecho. Se me llamó dos veces para ascender y lo conseguí, logramos entrar en Europa y, entre medias, se me cesó dos veces. Ha habido de todo. Estoy preparado para todo. Estuve cuatro años en el Rayo y siempre me reciben con cariño; no tiene por qué no ser así".