En el Real Betis Balompié han cambiado muchas cosas en los últimos tiempos, aunque la más llamativa es la nueva cara del Benito Villamarín. El estadio heliopolitano cuenta con una nueva grada de Gol Sur y además se ha modernizado sobremanera, dando cabida ahora a 60.070 espectadores.
Por ello, Ángel Haro ha confirmado que han solicitado a la Real Federación Española de Fútbol la disputa de un partido oficial de la selección nacional en su sede y, de hecho, esperan una respuesta próximamente.
Se pondría así fin a 22 años de ausencia de la selección española de uno de los estadios en los que mejores resultados ha sacado. De hecho, en Heliópolis tuvo lugar una de las victorias más recordadas de la historia de España, aquel 12-1 a Malta que sirvió para lograr la clasificación para la Eurocopa de 1984.
En total, el combinado nacional ha disputado 14 encuentros en el Villamarín, venciendo en 13 ocasiones y perdiendo sólo una. Fue en octubre de 1991 cuando Francia venció por 1-2 en la fase de clasificación para la Eurocopa del 92, la última de las grandes citas que no tuvo presencia española.
Casi cuatro años después, en junio de 1995, jugó la selección por última vez en el feudo bético. Fue un partido ante Armenia en el que España venció por la mínima con gol de Fernando Hierro. En el banquillo, por cierto, estaba el bético Ángel Cuéllar.
La clasificación para la Euro 1996 estaba encarrilada y Sevilla era la sede fija de la selección durante esos años. Esos ingredientes hicieron que el encuentro apenas despertara expectación y de las 21.000 localidades que tenía entonces el Villamarín apenas se vendieron 12.000. La RFEF decidió entonces abandonar la capital hispalense como sede fija de la selección nacional.
Ahora, más de dos décadas después, el estadio del Real Betis Balompié vuelve a postularse para ser sede de la selección. Hace dos años estuvo a punto de albergar el España-Ucrania de clasificación para la Eurocopa de Francia, pero el encuentro estaba fijado el Viernes de Dolores y a ese día hace su estación de penitencia la Hermandad de La Misión, con sede a apenas 200 metros del estadio, lo que desaconsejaba su elección. Se intentó permutar el partido con Las Palmas, pero fue imposible y se trasladó el encuentro al Sánchez-Pizjuán. Ahora, la RFEF tiene la opción de saldar una deuda con el Benito Villamarín, el Real Betis y la afición sevillana.