José Juan, sus charlas y el pellizco en el corazón

El día del ascenso del Betis Deportivo a la Segunda B no sólo será recordado por los béticos por tal importante logro deportivo, sino también por una antológica charla de José Juan Romero en el descanso del encuentro. Con el pellizco en el corazón, el técnico del filial dio en la clave para que los jugadores se dieran cuenta de lo que podían lograr... y lograron. Y así lo revive ahora para ElDesmarque el gerenense.

- Esa charla quedará ya para la historia de los béticos...
- Ahora con el tiempo uno la guarda más. Hacía tiempo que no lo veía, se me ponen los vellos de punta porque fue un año complicado, era una obligación, estás en el club que te toca tanto y estoy ahora fijándome en las caras de los jugadores y entiendo por qué después el júbilo era tan alto. Fue un año de mucha angustia, sinceramente.
- Se le vio cara de alivio tras ascender. 
El año fue complicado, había una obligación, cada partido era una final, el ambiente, el primer equipo tampoco acompañaba… Al final, si las balas van contra el primero, van contra todo. Aunque estuvimos todo el año arriba, acabamos con cinco puntos de ventaja y ascendimos a la primera, pero no le hemos dado el valor suficiente que tiene. Cuando miras números, estadísticas y rivales te das cuenta de que tiene más mérito del que le dimos. Fueron después dos días de mucha alegría, de un trabajo y tranquilidad hecha, y un peso quitado de encima. Guardo otros momentos más de éxito que este. Lo guardo como una obligación y un trabajo hecho, pero con el tiempo sí le daré un mayor valor.
- ¿Recibió muchas llamadas? 
- Muchísima gente (felicitación), en la institución, en el exterior, muchos entrenadores, mucha gente del fútbol amateur y de otros que me he ido enfrentando a ellos a lo largo de estos años, gente que ha estado en el Betis y ya no estaba… En ese aspecto no eché en falta la felicitación de nadie, todo el mundo se volcó en ese aspecto.

"Hago alusiones a temas personales porque el fútbol me ha ayudado mucho. En lo de mi hija, le estoy muy agradecido al fútbol y al balón"

- ¿Cuáles son sus claves en las charlas al futbolista?
- Yo intento mucho tocar el plano emotivo. Antes de un partido es más el cómo podamos convencer a un futbolista de la importancia y de que salga con un estímulo que lo táctico. Eso es en la semana, donde tienen que tenerlo claro y trabajado. Además yo no me preparo nada, llego al vestuario y aprovecho cualquier situación, el momento, lo que haya podido leer o no leer, para en base a eso enfocar la charla de cada partido. Soy una persona que trato de transmitir lo mismo que estoy sintiendo en esos momentos. Y cuando llega un partido voy con esa excitación, de querer ver lo que hemos hecho en la semana, de verlos disfrutar, que ellos vean que nosotros disfrutamos. Si ellos salen con todas esas sensaciones al campo, estoy convencido que si les he podido convencer el partido va a ser bueno.
- Habrá llorado alguna vez... 
- Muchas veces, porque hablo en esas charlas con el corazón y al final le hablas a un grupo de personas al que le tienes un gran cariño. Lo que nunca voy a negociar es a los futbolistas, son lo máximo, los que te llevan a un lado y también los que te quitan de ese lado. Hay que tener claro que son la base, el fútbol en sí. Cuando les estoy hablando y les veo con esas caras… Es ver su alegría, sus reacciones y sentimientos que lo de uno propio. Hay veces que hago menciones a situaciones personales problemáticas o dramáticas y al final te estás sintiendo tú en su papel. Si también hago alusiones a temas personales míos o a situaciones mías que he vivido y que el fútbol me ha ayudado tanto. En lo de mi hija, por ejemplo, le estoy muy agradecido al fútbol y al balón.