Setién y su crédito en el Betis

Quique Setién parece un hombre tranquilo aunque ya se mueve con cierto enfado ante preguntas complicadas. El técnico del Betis mira al futuro con optimismo y cree tener más crédito: "Hemos hecho un partido muy flojo. El máximo responsable soy yo y a mí hay que echarme la culpa. Y lo asumo, porque hubiera podido hacer mejor las cosas. Uno piensa en este partido y también en el siguiente. Tal y como está el equipo, podíamos haber hecho las cosas mejor".

El cántabro no cree que el equipo se esté cayendo: "La creencia en las cosas que hacemos sigue existiendo. Con los jugadores e ideas que tenemos hemos hecho muchas cosas bien al principio. Ahora no estamos teniendo ese punto de lucidez con el balón. No creo que el equipo se haya caído. Hemos llegado al descanso en una situación en la que todos estábamos muy afectados. Luego hemos salido bastante bien, con el control. Nos cuesta defender, hoy no teníamos tanta altura, pero no creo que el equipo esté caído, ni muerto ni tenga capacidad para volver a hacer lo que hizo en las ocho o nueve primeras jornadas".
Ni ve supuesto en peligro: "No lo siento, sé que hay mucha gente afectada. Al que más le afecta esto es al entrenador. Asumo el rol que me toca vivir, pero esta situación, dentro de que es delicada, porque hemos sufrido un revés inesperado y no hemos podido dado a la afición algo más en esta competición, pero yo en esta vida he perdido mucho más que he ganado y estoy preparado. Tras ganar en Madrid dije que cuando te dicen que eres un fenómeno hay que mantener el equilibrio y ahora que todo el mundo dirá que soy muy malo, también. Intentaré recomponer el estado de ánimo de los jugadores para que esta derrota no afecte el domingo en Las Palmas".
Setién sabe que las derrotas están complicando mucho su futuro en el Betis: "Soy consciente. Sigo trabajando, tengo una manera de ver las cosas. Llevo 40 años y no conozco ningún sistema, modelo o filosofía que sea infalible. Con todos ganas y con todos pierdes. Y le pasa a todos los entrenadores. A lo mejor se piensa que este modelo no es el adecuado o no encaja. La alternativa es que venga otro entrenador, meta a todos atrás y defiendan. Si con eso llegan los resultados… Yo no hago las cosas para que le salgan mal, ni me tumbo en el sofá de casa viendo como trabaja el equipo. Llevo muchos años y he visto estas cosas muchas veces. Mientras me lo permitan, seguiré haciendo las cosas como las hago. No es fácil contentar a todos o cabrear a todos".