Tello calma la ansiedad del Villamarín

La luz parece haber cesado en el oasis de esperanzas que repletó a la hinchada bética a principios de curso. La eliminación copera ante el Cádiz firmó una de las noches más negras del último lustro, lastrando así las opciones de llegar lejos en un torneo que ha terminado por colmar la paciencia de los que anhelaban un exitoso camino. A pesar de los tintes dramáticos que corrieron por el Villamarín, un jugador recogió los ya olvidados galones para calmar la ansiedad de una afición impotente.

Cristian Tello se erigió como el único reguero potable en el conjunto de Quique Setién, con un doblete que confirmó su valía y que mantuvo por momentos las opciones de pasar de ronda. Tras veinte minutos que habían instaurado ya la desesperación en el feudo bético, el extremo consiguió animar el frío ambiente de Heliópolis con una sensacional jugada personal. El sabadellense culminó el intento con un disparo a la escuadra que impuso el empate a dos en el marcador y que les volvía a posicionar con ventaja en la eliminatoria.
A pesar del tímido intento verdiblanco por volver a respirar, el Cádiz no se apiadó de un Betis arrodillado y elevó su bagaje hasta el cuarto gol. Con una plantilla con los brazos bajados, Tello siguió percutiendo por ambos flancos con insistencia y volvió a obtener el premio del gol. El catalán recibió al espacio para zafarse con un recorte de su par en el corazón del área y recortar distancias a media hora del final. Un gol que devolvía la esperanza al Villamarín pero que no logró ser culminado con la remontada.
A pesar de la austera sensación con la que los aficionados se marcharon a casa, Tello reclamó a base de juego un puesto en el once que comienza a antojarse indispensable. Con el 50 por ciento de minutos jugados en el curso, el Betis regenera sus opciones cada vez que el extremo entra al tapete. Sin Tello en el terreno de juego, el Betis anota algo menos de un gol por cada 90 minutos. Un registro que dista mucho de los 2,66 que anota con su presencia.
En sus últimas cinco apariciones ha participado en al menos un gol y solo en dos de ellas lo ha hecho partiendo como titular. Cuatro goles y tres asistencias que reclaman la atención de Setién y un puesto que avive la chispa aparecida a principios de curso en un club que necesita de la valía de jugadores como Tello, el extremo que ha calmado la ansiedad del Villamarín.