Otra 'guerra' por las acciones del Betis

El llamado Betis de los béticos tiene pinta de convertirse en una quimera. Un imposible después de los movimientos de muchos de los protagonistas en convertir al Betis en un club de todos. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos muy malos. O todos buenos, o todos malos. Es lo que se desprende de todo esos intereses de los últimos días en acaparar el mayor número posible de acciones. Una guerra muy particular.

Partiendo de que estos movimientos son lícitos, no es de extrañar que muchos accionistas ya importantes del Betis estén intentando mejorar su fuerza accionarial. Desde Hugo Galera hasta varios consejeros del Betis, en su derecho de acogerse a la suscripción preferente de acciones. Lo último, la reunión en el Hotel Al Andalus con varios peñistas, donde Ramón Alarcón, María Victoria López y Carlos González de Castro intentaron convencer a esos béticos presentes, unos 40, para que cedieran, previo pago y con un notario presente, sus opciones de comprar acciones tras la conocida ampliación de capital.
Después del acuerdo con Manuel Ruiz de Lopera y Luis Oliver, refrendado en la pasada Junta General, ha habido un aumento de 36.000 acciones, con un tramo caro y un tramo barato (120 euros por acción, máximo de 10) donde los béticos han podido ejercer su derecho de compra. En el primer tramo aparecieron por sorpresa Joaquín Sánchez o Lorenzo Serra Ferrer, y también aumentaron su porcentaje accionarial el presidente Ángel Haro o el vicepresidente José Miguel López Catalán.
No lo hicieron ni Galera ni los miembros de Béticos por el Villamarín, tampoco Manuel Castaño. Y ahora en el tramo barato, después de recibir fuertes críticas desde el club, es cuando aparece la guerra de verdad. Galera ha tenido la posibilidad de comprar las acciones de la Peña Bética de Marchena, una de las más potentes, y Castaño de momento no aparece. Pero en el club no se han quedado de manos cruzadas. Ahora falta ver, tirando del refranero, si primero fue el huevo o la gallina.

Días claves

La citada reunión con peñistas en el hotel no es el primer movimiento, ya que muchos béticos han recibido propuestas de consejeros del Betis para que vendan sus acciones o cedan su derecho de suscripción preferente. Consejeros con más o menos tiempo en el Consejo, algunos de los cuales ya han hecho un desembolso importante en el tramo caro y siguen llamando a béticos para tener más poder accionarial.
También han ejercido este derecho Rafael Salas, que opositó a la presidencia del Betis hace unos meses, pero no ha sido el único. Y todo a falta de dos días para que se termine el plazo de compra. Lo que queda claro, visto lo visto, es que el Betis será de todo menos de los béticos.