Y a la décima, Joaquín se quitó la espina

Uno de los jugadores más felices del Real Betis Balompié tras ganar el derbi fue Joaquín Sánchez. Santo y seña del beticismo y del equipo, fue uno de los que llevó la voz cantante de la celebración tanto en el Ramón Sánchez-Pizjuán como en Heliópolis.

El portuense, con su gracia natural, afirmó que después de este encuentro ya se podría retirar, y es que por fin ha conseguido vencer al Sevilla FC en su estadio en un duelo de máxima rivalidad hispalense.
Era el décimo derbi que disputaba Joaquín en Nervión, y consiguió su primera victoria en un partido de estas características. En los anteriores había conseguido arrancar cuatro empates y había caído cinco veces.
Eso sí, es la segunda vez que consigue una victoria en el Sánchez-Pizjuán, ya que en la 2012/13, jugando en el Málaga, venció por 0-2. De todos modos, la estadística del gaditano en Nervión con el resto de sus equipos –Valencia y Fiorentina- tampoco es especialmente buena, puesto que la citada es la única victoria en sus ocho visitas, en las que empató una vez y perdió seis.
Con todo, Joaquín por fin tiene esa importantísima muesca en su revólver, ese derbi con victoria en casa del eterno rival para recordar y contar a los nietos.